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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Más papistas que papas

Fotografía
Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad20-02-2013

Desde que Benedicto XVI comunicó su renuncia al trono de San Pedro los papistas y entendidos en cuestiones vaticanas se multiplican como los virus. Miles de pseudoexpertos aseguran conocer los rincones de la Iglesia sin haber pisado jamás El Vaticano. Otros tantos pronostican quién será el futuro papa sin apenas distinguir un alba de un escapulario o las preces de la homilía. Más aún, ¿para qué acudir a misa o abrir la Biblia si "todo" está en El código da Vinci? Desde que Benedicto XVI hizo pública su renuncia (no dimisión) muchas han sido las críticas hacia el papa alemán y su iglesia. Siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno. Pocos líderes mueven hoy a miles de personas para hablarles durante 15 minutos, como ocurrió este domingo en la Plaza de San Pedro. Pocos líderes hoy renuncian al mando para el que fueron elegidos para retirarse del mundanal ruido y dejar paso a otro mejor. Pocos líderes hoy abanderan tal humildad, pese a ese rictus seco y recio que siempre acompañó a Ratzinger, ese papa que tan poco gustaba al común de los mortales cuando se le comparaba con su predecesor el magno Wojtyla. El próximo mes de marzo la Iglesia tendrá dos papas. Uno, invisible para el mundo (que no para Dios), rezará desde la clausura vestido con sotana. El otro, el papa elegido del próximo cónclave, tendrá que mantener a flote una barca de Pedro que siempre estuvo librando tempestades. Quizás los nuevos expertos en cristianismo ya no se acuerdan de que hasta el amado Cefas negó por tres veces al Maestro. Quizás, al margen de los errores Benedicto XVI y su Pedro sucesor (Petrus romano, según la profecía de San Malaquías) no sean más que dos simples seres humanos, con sus virtudes y defectos. Y ahí está la historia de la Iglesia para comprobar lo recto que escribe Dios sobre renglones torcidos. Una cuestión que los pseudoexpertos papistas deberían tener en cuenta.