Medio ambiente
La contaminación afecta al peso de los bebés al nacer
Por Irene Hernández2 min
Sociedad06-02-2013
Las madres que están expuestas a la contaminación del aire por partículas como las que emiten los vehículos, la calefacción urbana y las plantas eléctricas de carbón son significativamente más propensas a tener hijos de bajo peso al nacer. Así lo asegura un reciente estudio internacional después de estudiar más de tres millones de nacimientos en 14 lugares de nueve países de América del Norte, América del Sur, Europa, Asia y Australia.
El estudio ha sido dirigido por el investigador principal Tracey Woodruff, profesor de Obstetricia y Ginecología y Ciencias Reproductivas en la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos), junto con Jennifer Parker, del Centro Nacional de Estadísticas de Salud, Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Estos investigadores encontraron que cuanto mayor es la tasa de contaminación, mayor es la tasa de bajo peso al nacer. Ese factor, el de nacer con un peso inferior a los 2,5 kilos, está asociado con consecuencias graves para la salud, como mayor morbilidad y mortalidad prenatal y mayor propensión a los problemas de salud crónicos en la edad adulta, como pueden ser los cardiovasculares, pero también los mentales o los de obesidad. El estudio ha fijado su análisis en la relación entre nacimientos de bebés con bajo peso y la concentración en sus lugares de nacimiento de partículas de PM10 (por debajo de las diez micras) y PM2,5 (inferiores a 2,5 micras), generadas por el tráfico, la industria o las centrales energéticas. Según los resultados del estudio, cada vez que la concentración de partículas PM10 crece en 10 microgramos por metro cúbico la reducción del peso promedio del bebé alcanza los nueve gramos de promedio. La Unión Europea establece como tope los 25 microgramos por metro cúbico de partículas PM2,5, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había determinado que por encima de los 10 microgramos ya se producían efectos nocivos para la salud. Mark Nieuwenhuijsen, uno de los principales autores del estudio, asegura que “lo que es significativo es que estos son los niveles de contaminación del aire a los que prácticamente todos en el mundo estamos expuestos”. “Estas partículas microscópicas, que son más pequeñas que el grosor de un cabello humano, se encuentran en el aire que respiramos". “El verdadero problema es que las zonas que hemos analizado tienen niveles de polución que son normales”.