HALLAZGO
Aparece en un aparcamiento de Londres los restos de Ricardo III
Por Alba García Ulibarrena
1 min
Cultura04-02-2013
Los restos que fueron encontrados bajo un parking de la ciudad inglesa de Leicester en 2012 y tras someterse a investigaciones por arqueólogos e historiadores de la Universidad de Leicester, han confirmado que pertenecían al rey de Inglaterra Ricardo III, acabando así con el misterio de la desaparición del cuerpo del monarca hace 500 años en el campo de batalla.
El director del proyecto arqueológico, Richar Buckley, ha sido el encargado de confirmar que el hallazgo encontrado, el cráneo partido y la espina dorsal desviada, se trataba de los restos de Ricardo III. Tras una presentación detallada sobre la vida del monarca, los investigadores explicaron la confirmación a través del ADN extraído del cuerpo, que coincidía con el de Michael Ibsen, fabricante de muebles canadiense que residía en Londres y descendiente directo de la hermana de Ricardo, Ana de York. Además con esta investigación se ha asegurado su muerte en la batalla de Bosworth Field en el centro de Inglaterra, a manos de Enrique Tudor en 1845. El esqueleto mostraba varias lesiones provocadas en la lucha, incluyendo heridas, así como, las fisuras del cráneo y de las vertebras, que podían haber sido producidas por utensilios afilados y con flechas como la encontrada entre las vertebras de la parte superior del esqueleto. Todo esto ha resuelto el misterio que se guardaba en Inglaterra, desde hace 500 años sobre el cuerpo de Ricardo III, último rey de Inglaterra. Sin embargo, la vida del monarca tampoco fue muy conocida hasta aparecer en una de las más famosas obras de William Shakespeare, en la que se le describía como un tirano que asesino a dos princesas en la Torre de Londres. Ricardo III nació en el castillo de Fhoteringay en 1452, convivió desde su niñez con la guerra y afrontó la muerte de su padre y su hermano, para finalmente enfrentarse a la Guerra de las Dos Rosas donde encontró la muerte. Este hecho supuso tanto el fin del mandato de la Casa York como la Guerra de las Dos Rosas.