CINE
Unos premios Gaudí con aires americanos
Por Rita Casdelo
2 min
Espectáculos04-02-2013
Se dice que quien espera desespera, pero en el mundo del cine quien espera suele salir vencedor. No hay más que ver las dos películas que encabezan la lista de premios Gaudí, al cine catalán, y es que tanto Lo Imposible como Blancanieves tuvieron que superar más de una montaña para llegar a las salas y conseguir todas las nominaciones (y premios), tanto nacionales como internacionales que tienen.
Bayona es de esos directores que prefieren pisar suelo firme pero la noche del domingo pudo volar con el pleno: seis nominaciones, seis estatuillas. La Acadèmia del Cinema Català valoró el trabajo de este joven director alzándolo como mejor director, un premio que recogió emocionado. Tampoco la película se fue en balde, ya que además de ser reconocida como mejor película europea, el montaje (Elena Ruiz y Bernat Vilaplana), la fotografía (Óscar Faura), el sonido (Oriol Tarragó y Marc Orts) y el maquillaje-vestuario (David Martí y Montse Ribé), han sido premiados. Quien tampoco se fue con las manos vacías fue Pablo Berger, director de Blancanieves, que recogió, a pesar de ser muda, el Gaudí a la mejor película en lengua catalana, el gran premio de la noche, además de otros tres trofeos: mejor dirección artística, música original y vestuario, premios técnicos que pueden repetirse el próximo día 17 en la gala de los Premios Goya. Además Maribel Verdú, volvió a Madrid con el reconocimiento de mejor actriz protagonista. Una de las grandes olvidadas de los Goya, Una pistola en cada mano volvió a casa con cuatro estatuillas. La película de Cesc Gay se alzó con los reconocimientos a mejor película en lengua no catalana; mejor guión, arrebatándoselo a Blancanieves; y mejores actores secundarios (Candela Peña y Eduard Fernández). Quien subió solo una vez al escenario fue El nen salvatge, que consiguió alzar a Àlex Monner como mejor actor. El Premio Gaudí de Honor lo recibió Montserrat Carulla, que además fue la encargada de poner voz a un posible independentismo catalán, afirmando que respeta la cultura española pero, como amiga. Pero los discursos políticos no quedaron ahí, sino que las voces que pidieron a Rajoy y a Wert la reducción del IVA cultural se oyeron durante toda la noche. Una gala conducida por Andreu Buenafuente que convenció, a diferencia de otros años.