Gobierno y PSOE seguirán negociando la futura Ley de Partidos
Por Cristóbal Cabezas Martín
2 min
España11-05-2002
Siete formaciones políticas solicitarán que el proyecto sea cambiado por otro. Convergència i Uniò (CiU) votará en contra si el Gobierno no admite algunas enmiendas, aunque el ministro del Interior, Mariano Rajoy, confía en contar con su apoyo.
La Ley de Partidos Políticos, que entrará en vigor a partir del próximo otoño, facilitará que puedan ser erradicados los partidos políticos que apoyen el terrorismo, la xenofobia o el racismo. Por el momento, el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista (PSOE) todavía no han alcanzado ningún acuerdo. Ambos partidos se han dado un margen de tiempo para intentar llegar a un consenso, que permitirá ilegalizar a cualquier grupo político que colabore con los terroristas desde el momento en que comience la ley. El Congreso (con mayoría del Partido Popular) ha aceptado una petición socialista y ha ampliado el plazo para presentar enmiendas hasta el próximo día 20 de mayo. Esto permitirá que socialistas y populares puedan continuar sus conversaciones, con el objetivo de alcanzar un acuerdo. En esa línea se pronunció el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, que ha apostado por superar las «pequeñas discrepancias de matiz» que tienen con el PSOE. Hasta ahora, siete partidos han anunciado que pedirán la devolución del texto al Gobierno debido a que entienden que el proyecto de ley incluye puntos que previsiblemente son inconstitucionales. Se trata del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Eusko Alkartasuna (EA), Izquierda Unida (IU), Bloque Nacionalista Galego (BNG), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV) y la Chunta Aragonesista (CHA), que en total suman 22 diputados. Además, consideran que va a beneficiar a Batasuna (anteriormente Herri Batasuna) al hacer de esta formación política una «víctima». También opinan que el texto no establece causas concretas por las que un partido puede ser ilegalizado, lo que podría permitir que se intente ilegalizar a cualquier formación contraria al Gobierno. En cuanto al apoyo que el PP pueda obtener de CiU, su socio catalán, el conseller en cap de la Generalitat catalana, Artur Mas, afirmó que CiU «tendrá que votar en contra» en el caso de que el Ejecutivo que preside José María Aznar no acepte las más importantes enmiendas que van a presentar.