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Incendios

Una ola de calor en Australia provoca más de 40 incendios

Por Diego RuizTiempo de lectura2 min
Sociedad08-01-2013

Una fuerte ola de calor que arrasa nuestras antípodas, Australia, ha provocado centenares de incendios en el país. Esta ola de calor es una de las más intensas que han vivido los australianos y las grandes temperaturas dificultan la labor de los bomberos que a primeras horas del día sofocan los puntos más importantes. A pesar de los numerosos incendios, las autoridades esperan que el fuego no cause muertos ni grandes daños.

Por esta razón centenares de personas se han visto forzadas a evacuar sus casas, concretamente en el sudeste del país. En cambio, muchos otros afectados no han tenido más remedio que refugiarse en sus hogares al verse rodeados por las llamas. La temperatura alcanzó un máximo de 45 grados centígrados. Tras una ola de calor que ya dura una semana, los principales fuegos se han localizado en cinco de los seis estados del país, con más de 137 focos en el más poblado, Nueva Gales del Sur, y en zonas boscosas cercanas a la capital, Canberra. Por su parte, los equipos de bomberos esperan la ayuda de un frente más fresco por la costa este, que ya ha reducido 20 grados menos algunas localidades costeras, aliviando los efectos de la ola de calor. La gravedad de estos incendios han hecho volver a la mente de los ciudadanos, el “sábado negro” de 2009, cuando 173 personas murieron en el estado de Victoria por una serie de incendios. Las pérdidas, además, fueron cuantiosas causando 4.400 millones de dólares en gastos y pérdidas. La isla de Tasmania ha sido devastada por los incendios. Un centenar de viviendas quedaron destruidas, y muchas personas aún están desaparecidas. Miles de bomberos están trabajando todavía en controlar más de 40 incendios que permanecen sin control. Para ello se han destinado 60 hidroaviones para apoyar desde el aire y redirigir a los incendios. Las autoridades sospechan que el origen de algunos de estos incendios han sido provocados. Un comunicado de las autoridades declara la situación catastrófica en cinco áreas de Nueva Gales del Sur, lo que significa que estas zonas han quedado sin control, por ello han recomendado evacuar todas las zonas próximas. Por el contrario, en Sidney, las temperaturas alcanzaron los 42 grados y miles de personas abarrotaron las playas de la ciudad para intentar llevar de la mejor forma este tórrido temporal. Mientras, en los zoológicos los cuidadores de los animales han regado a estos con mucha más frecuencia de lo normal. Pero Sidney tampoco se ha librado de las consecuencias de esta ola. Las elevadas temperaturas originaron un incendio en una planta de investigación nuclear en el sur de la ciudad. Este incendio se produjo por el calentamiento de una subestación eléctrica que ha dejado sin luz, a multitud hogares del norte de la ciudad. Por su parte, la Oficina Australiana de Meteorología prevé que el próximo lunes se alcance en el centro del país los 54 grados. Este fenómeno climático es el más crudo desde hace 80 años. La ola de calor junto con las ráfagas de viento, han provocado, según los expertos, una “cúpula de calor” que cubre la mayor parte del continente insular.