TRAGEDIA EN EE. UU.
El 40% de los hogares norteamericanos posee armas
Por Selene Pisabarro2 min
Internacional16-12-2012
La última matanza en Connecticut (EE.UU.) ha reabierto el debate sobre la adquisición de armas de fuego. Desde hace 221 años, el país otorga a su pueblo el derecho de poseer armamento de forma legal. Cada vez son más los activistas que piden una reforma de la Ley y el presidente Barack Obama ha afirmado que tomará medidas para evitar masacres como la vivida recientemente en la escuela de Newtown.
En Estados Unidos, cualquier ciudadano puede comprar armamento y municiones. Los únicos requisitos que se imponen es que la persona sea mayor de edad, no tenga antecedentes penales ni haya sido dado de baja en el ejército por deshonor y su historial clínico no esté relacionado con trastornos psíquicos o drogadicción. Las granadas, las municiones que perforan el blindaje, bazucas y misiles están destinados para el uso de las fuerzas oficiales y, por tanto, son la única restricción para los estadounidenses. A primera vista, las exigencias son mínimas y varían según el estado. En Connecticut, donde se vivió la tragedia, tan sólo se pide que el comprador sea mayor de 21 años, ni tan siquiera existe un registro donde se conozca el número de personas que guardan armas en sus hogares. La ley estatal de 1994 por la que se rige, permite las armas en las escuelas siempre y cuando el portador tenga un permiso oficial y, también, de las autoridades escolares. EE.UU. es el primer país del mundo, seguido de Yemen, en el que existe un mayor número de civiles con armamento. Se calcula que el 40% de los hogares cuenta con él, lo que supone un total de entre 270 y 300 millones. Es decir, por cada 100 habitantes, hay 90 armas. Sin embargo, estas cifras sólo se pueden adivinar, ya que no existe una base de datos nacional sobre la compra y venta de estos instrumentos. La cara más amarga de la moneda la presentan las cifras de fallecimientos, alrededor de 30.000 al año, unas 82 personas por día mueren por esta causa. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo hace cinco años, tras la matanza en Aurora, que Barack Obama estaba centrado en hacer todo lo posible para proteger la Segunda Enmienda que, a su juicio, es bastante importante. Esta forma parte de la Constitución norteamericana redactada en el año 1791 y otorga el derecho de tener armas a sus ciudadanos. Además, es preciso señalar que el Tribunal Supremo siempre ha fallado a favor ante el intento de numerosos estados y localidades de limitar su posesión. La idea parece descabellada, pero tiene su explicación. James Madison y Alexander Hamilton, dos de los “Padres Fundadores” de la Carta Magna americana, expusieron diferentes razones. Por una parte, este derecho persigue el objetivo de garantizar al ciudadano su defensa si el Estado se extralimita ya que, según Madison, el ejército puede amenazar la libertad del país. Por otra parte, Hamilton indica que permite la creación de milicias ya que EE.UU. sólo cuenta con el ejército federal y, de esta forma, los gobiernos locales pueden formar milicias con los ciudadanos que mejor estén preparados. No obstante, debemos recordar que esta idea pertenece a los últimos años del siglo XVIII, cuando la sociedad era agrícola y precisaba del uso de armas para cazar y protegerse.