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CIENCIA

Científicos alemanes descubren en Islandia una nueva forma de vida

Por Carmen Rosa FernándezTiempo de lectura1 min
Sociedad03-05-2002

La nueva bacteria se encontró pegada a otro microbio a 120 metros de profundidad en las heladas aguas de la costa islandesa. El doctor Karl Stetter dio con ella mientras concluía sus investigaciones sobre los microbios de la zona norte del país, donde la actividad volcánica calienta el agua hasta llevarla a ebullición.

Stetter y su equipo de la Universidad de Regensburg y del Instituto Max Plank de Heidelberg saboreaban todavía el éxito de haber descubierto allí una nueva arquea, la denominada Ignicocus, cuando se toparon con este hallazgo. Pegada a la superficie de la Ignicocus encontraron unos minúsculos microbios de tan sólo 0,4 micras de diámetro (las arqueas comunes miden entre 4 y 10 micras) con ribosomas distintos a los de bacterias, arqueas y eucariotas, los tres reinos en los que están divididos los seres vivos en el modelo de la evolución biológica. Se trata de un organismo distinto a todo ser vivo conocido, pero al parecerse algo más a los ribosomas de las arqueas y vivir en lugares con las mismas condiciones térmicas -100 grados-, Stetter ha decidido incluirla dentro del grupo de las arqueas bautizándola como Nanoarqueas equitans. Científicos evolucionistas afirman que esta capacidad para soportar altas temperaturas convierte a estos organismos en descendientes directos de los primeros seres vivos en ocupar la tierra. Stetter, por su parte, no descarta esta posibilidad después de analizar la nanoarquea, pero propone esperar los resultados que obtenga la compañía estadounidense que ya ha secuenciado el genoma y ha comenzado sus investigaciones al respecto.