SAHARA
El contencioso entre Marruecos y el Frente Polisario espera hasta julio
Por Vicente García Gandía1 min
Internacional04-05-2002
“Sólo una solución que sea aceptada unánimemente por las partes puede ser razonablemente cumplida y ejecutada con la cooperación de éstas”. Estas palabras del embajador ante la ONU, Abdala Baali, preveían lo que ocurrió finalmente.
Una vez más, el desacuerdo entre los 15 miembros que integran el máximo órgano de decisión de la ONU ha retrasado la resolución del conflicto saharaui. A pesar de las labores diplomáticas emprendidas por EE.UU. y Francia para favorecer el fin del contencioso a través de la autonomía, la oposición, liderada por Rusia, impidió finalmente zanjar la situación por el momento. No se habían equivocado las fuentes diplomáticas cuando reconocían a principios de la semana pasada que sería casi imposible acordar una de las cuatro soluciones que había sobre la mesa. En efecto, el Consejo optó finalmente por aprobar una nueva “prórroga técnica” de la misión de la ONU por un periodo de dos meses. Washington sólo contaba con cinco votos para sacar adelante su propuesta. Al final de las conversaciones había conseguido el apoyo de Reino Unido, Bulgaria, Guinea y Camerún. Pero incluso la postura de la mayoría habría caído en saco roto si algún país ejercía su derecho de veto contra la propuesta estadounidense. Las previsiones se cumplieron: Rusia, que todavía cree en la posibilidad de un referéndum de autodeterminación, no aceptó la solución del bloque liderado por Bush. Al pensamiento ruso se unieron España, China, y el resto de naciones. La opción del plebiscito había sido una idea original de Naciones Unidas para el proceso de paz del Sahara pero la realidad del conflicto había llevado a Annan, meses antes, a descartar este desenlace. En cualquier caso, los rumores que aseguraban que el mediador estadounidense, James Baker, dimitiría en caso de no prosperar su idea de la autodeterminación fueron desmentidos por el secretario general de la ONU.