TELEVISIÓN DIGITAL
Quiero TV aprueba su liquidación
Por Elena Villegas1 min
Comunicación27-04-2002
El cierre de Quiero TV fue aprobado por unanimidad en la Junta de Extraordinaria de Accionistas del día 25. La compañía se verá obligada a devolver la licencia de radiofrecuencia al Gobierno.
La decisión de los accionistas de cerrar Quiero TV deja sin trabajo a 150 empleados y afecta a 90.000 personas que continúan abonadas -de 200.000- y que exigen la devolución de las cuotas pagadas. La plataforma continuará, sin embargo, emitiendo y contratando nuevos clientes hasta que el Ministerio de Ciencia y Tecnología se pronuncie sobre la resolución. La situación de los suscriptores depende de la Cartera que ostenta Anna Birulés, aunque sí está claro que la licencia concedida en 1999 para ocupar el espectro radioeléctrico deberá ser devuelta, tal y como aseguró la ministra el pasado jueves en Onda Cero. Los trabajadores no entienden por qué no se ha acordado la venta con ninguna de las multinacionales interesadas en adquirir Quiero TV. Según el artículo 17 de la Ley de Televisión Privada de 1988, la extinción de la sociedad se determinará en Consejo de Ministros y, posteriormente, se convocará concurso público para la obtención de la licencia. Es, por otro lado, arriesgado adquirirla en las actuales condiciones del mercado, en el que dos grandes empresas, Vía Digital y Canal Satélite Digital, acaparan la mayor parte de la demanda. El cierre de Quiero TV reaviva el debate acerca del reparto del espectro, por el que pugnan TVE, Antena 3, Tele 5 y Canal +. Estas televisiones necesitan aumentar su ancho de banda para aprovechar al máximo las características que presenta la tecnología digital en televisión. La firma Quiero TV, S.A. no desaparece; permanecerá en la radio digital nacional y en una televisión asignada en la Comunidad de Madrid. Los Servicios Jurídicos del Estado decidirán, en función del expediente administrativo que se abrirá a la plataforma, si se le devuelve el aval de 34 millones de euros que entregó por la licencia, si bien la compañía aún no lo ha solicitado de manera oficial.