PARAGUAY
Los países latinoamericanos, indignados ante el cambio de gobierno
Por Marta Baena Sanz2 min
Internacional24-06-2012
La destitución del presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha desatado la expectación en todo el mundo y la indignación entre los países de Sudamérica, donde sus gobernantes califican al precipitado cambio de “golpe de Estado”, y piden, por el bien del pueblo, que se celebren cuanto antes unas elecciones democráticas.
Federico Franco, el nuevo presidente de Paraguay, no ha tenido aún tiempo de demostrar si es o no merecedor del cargo que ocupa desde hace apenas dos días, pero ya ha tenido que enfrentarse al rechazo por parte de los presidentes de los Estados vecinos que se han unido en contra de su nombramiento. Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Venezuela no han reconocido la legitimidad del nuevo gobierno e incluso otros países, como Brasil bajo el mando de Dilma Rousseff, han llegado más lejos al sugerir una posible “exclusión” de Paraguay de Mercosur o “un enfriamiento de las relaciones con Asunción” como posible sanción. En este sentido, Franco ha informado de que no asistirá a la cumbre de Mercosur este viernes ya que será en Argentina, un país que califica su relevo como “golpe de Estado”. Sin embargo, confirma que asistirá el ex presidente Fernando Lugo en representación de Paraguay. Por su parte, la presidenta argentina, Cristina Fernández Kirchner, ha alzado la voz por encima del resto, y ha tildado los últimos acontecimientos de “golpe de Estado”. Una acusación a la que ha respondido el nuevo presidente paraguayo, quien a través del diario Clarín, se dirigía expresamente hacia la presidenta: “Acá en mi país hubo un cambio de guardia en forma absolutamente normal, constitucional, ajustada a las leyes” y ha negado, de esta manera, cualquier posible ilegalidad. Franco ve “preocupante” la situación con el resto de países sudamericanos. Por eso, ha declarado que se esforzará en mejorar los vínculos con los países que rodean a Paraguay. Pero esta declaración de “buenas intenciones” no le ha valido a Argentina, que ya ha retirado, a modo de protesta, a su Embajador, Rafael Romá, que llevaba residiendo allí desde el 2002. Tras esto, Venezuela ha seguido sus pasos y Hugo Chávez ha retirado a su embajador y ha suspendido el envío de petróleo al país. Lo que la mayoría de estos presidentes ha condenado ha sido el juicio político en el que Fernando Lugo, dicen, “no ha tenido oportunidad de defenderse”. Desde el Gobierno uruguayo, el canciller, Luis Almagro, ha emitido una declaración que sostiene que la destitución “no tuvo las garantías esenciales del debido proceso” y, por eso, piden que se convoquen elecciones democráticas de manera “urgente y rápida”. “El gobierno de la República manifiesta que cuando los presidentes son electos por el pueblo se deben establecer las máximas garantías de estabilidad a esa decisión soberana”, continuaba la nota de Almagro. Y sentenciaba que “las autoridades legítimas en el continente, son las que proceden del voto popular”. Por último, ha hecho alusión a que “la imposición” de Franco, como nuevo presidente, “no coincide con las prácticas democráticas fundamentales que debemos preservar en la región”. Y por ello, esperan que “la República de Paraguay pueda convocar a su pueblo tan pronto como sea posible para elegir nuevos gobernantes”.