TOROS
San Isidro falló a espadas
Por Almudena Hernández2 min
Espectáculos02-06-2012
El público madrileño es el claro triunfador de la Feria de San Isidro. Triunfador por no decir víctima. Ha acudido religiosamente a sentar sus posaderas sobre el duro granito para presenciar unos festejos que ya presentaban cierto acorchamiento desde que se anunciaron los carteles. Y lo ha hecho tras pagar religiosamente un abono que, a pesar de la crisis, no ha sido más barato ni se presumía mejor sobre el papel.
El público madrileño muestra su cate y su personalidad según el día, pues debe influir eso de si acuden muchos espectadores que van a lucir clavel o no, o que bailen los caballitos (¡caballazos!) en las corridas de rejones y haya que aplaudirlo todo. Pero el respetable venteño, que ha cambiado mucho en los últimos años, sigue siendo cristiano viejo y sabe apreciar los detalles. Y, en la isidrada, los hubo. El novillero Gonzalo Caballero entusiasmó en los primeros compases de la feria. Cortó una oreja el 14 de mayo y se ganó el respaldo del público. También destacó sobremanera la actuación de Gómez del Pilar el 28, con una interesante novillada de Guadaira que pudo acabar en puerta grande si el torero no hubiese marrado con la espada. Su actuación, variada, madura y seria, se hizo merecedora del respeto de Madrid. Palabras mayores. La empresa replicó a ambos novilleros con el anuncio de un mano a mano el próximo 24 en Las Ventas. Una interesante cita para el día de San Juan. Iván Fandiño, Sebastián Castella y Morenito de Aranda también tocaron pelo tras hacer el paseíllo isidril. Fandiño se ganó el hueco de una sustitución; el diestro francés dio fe de un valor extremo (Perera también anduvo pisando por esas latitudes) y el burgalés reiteró su apuesta por superar su candidatura de aspirante a figura. Pero ya dice el titular que San Isidro falló a espadas... Sobre las monturas destacaron el 12 de mayo, con la de Luis Terrón, Cartagena y Galán, que sumaron dos trofeos cada uno. Leonardo Hernández no pudo acompañarlos por la puerta grande, pero cortó una oreja. También resultó entretenida la corrida de rejones del 26, en la que Diego Ventura volvió a marcar goleada con una salida en volandas tras cortar dos orejas. Hermoso de Mendoza obtuvo un apéndice de u ejemplar de Los Espartales. Y la semana torista volvió a crear división de opiniones entre detalle y detalle, que los hubo durante toda la feria, cuadrillas incluídas, pero pese a las ganas del público no hubo ocasión para tocar pelo. Hasta el revelador Fandiño falló con los aceros en la última del ciclo.