ARTE
La ampliación del Museo Thyssen dará cabida a nuevas colecciones
Por Roberto González García2 min
Cultura09-04-2002
La ampliación del Museo tiene dos claros objetivos: respetar la idea original de Rafael Moneo (autor de la restauración del Palacio de Villahermosa, actual sede del Museo) y permitir la exposición de la colección privada de Tita Cervera, Baronesa Thyssen.
Esta colección es la que ha motivado la ampliación del Museo. Ha sido cedida gratuitamente por once años, y durante ese período de tiempo necesitará un espacio capaz de darle cabida, y que estará preparado a partir de 2003. En el inmueble que se añadirán al Museo (con una fachada al jardín del Palacio de Villahermosa y otra a la calle Marqués de Cubas) también se dedicará una planta a exposiciones temporales y varios departamentos de uso interno del Museo. Es de principios del siglo XX, y la rehabilitación pretende mantener la idea palaciega conservada por Moneo en la sede del Museo. Para ello, se ha renunciado a dos alturas en el nuevo edificio, y se les ha dotado de grandes ventanales, otorgando gran importancia a la luz natural, aunque la fachada de la calle Marqués de Cubas se conservará íntegramente. El proyecto, que costará 15 millones de euros, añadirá 16 salas al Museo. Sus responsables son Fransec Pla y Manuel Baquero, del estudio BOPBAA, de Barcelona. El edificio que albergará la ampliación tiene una serie de elementos singulares, cuya conservación ha favorecido los permisos municipales. Se trata de los dos vestíbulos, el torreón y las vidrieras. El planteamiento inicial del Museo Thyssen es permitir el acceso a la colección de la Baronesa, muchas de ellas son regalo de su marido, de manera independiente a los fondos permanentes del Museo, como si de dos colecciones diferentes se tratase. Tomàs Llorens, jefe del equipo de conservadores del Museo, declaró que esa diferenciación de debe al objetivo de facilitar al visitante la percepción del contenido de la Baronesa, aunque es partidario de un montaje único de las dos colecciones. Sobre este aspecto deberá pronunciarse el patronato del Museo, un año después de la inauguración de las nuevas salas y respetando el plan museográfico. Las obras también afectarán a la actual cafetería y guardarropía, así como al jardín.