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INCENDIO EN HONDURAS

Honduras toma medidas tras el incendio en una cárcel

Por Alberto Carretero AguadoTiempo de lectura2 min
Internacional16-02-2012

En la madrugada del pasado miércoles tuvo lugar un incendio en la cárcel de Comayagua, en el centro de Honduras, en el que perdieron la vida más de 350 personas, según las informaciones provisionales aportadas por el fiscal general por la ley, Roy Urtecho. El caso está siendo investigado a instancia del Gobierno hondureño por un equipo de 25 fiscales y forenses, que indagan sobre las causas que originaron el voraz incendio.

Hasta ahora, los investigadores han propuesto tres hipótesis sobre las causas: que el incendio fuera provocado por un cortocircuito, que el fuego se iniciara a consecuencia de una reyerta o que el culpable de la tragedia fuera un recluso del pabellón seis de Comayagua. Dentro de estas tres hipótesis, parece que la primera es la más verosímil, después de que varios reos denunciaran que horas antes del incendio habían tenido lugar varios apagones. Sin embargo, hay algunos presos supervivientes que hablan de que el fuego comenzó en el pabellón seis, por lo que también podría ser la tercera hipótesis. Roy Urtecho ha encargado a la Fiscalía de Derechos Humanos la investigación de los hechos ocurridos, contando con la ayuda del Cuerpo de Bomberos, que serán los encargados de valorar en un informe los daños producidos por el fuego. La Fiscalía deberá indagar “todos los pormenores para conocer las circunstancias que rodean un hecho criminal o culposo, y así aportar las pruebas que sustenten un juicio bajo principios que regulan nuestro sistema de administración de justicia, que permita identificar las causas de los hechos suscitados y quienes aparezcan como responsables”, ha declarado Urtecho a los medios de comunicación. Aunque todavía no se han cuantificado con exactitud los daños personales y materiales, fuentes del Cuerpo de Bomberos han adelantado que han quedado calcinados al menos cinco pabellones de la cárcel de Comayagua, en los que vivían unos 500 presos. Algunos supervivientes de Comayagua han sido llamados a declarar como testigos ante los Juzgados de Letras de Honduras. Las organizaciones de Derechos Humanos y familiares denuncian que el número de víctimas es mayor al estimado porque no se han tenido en cuenta los desaparecidos. Además, han reclamado al Gobierno por las condiciones de hacinamiento en las que viven los reclusos de Comayagua. Sin embargo, esta cárcel no estaba considerada como de alto riesgo ni fue incluida en la lista de penales a reformar por parte del Gobierno de Porfirio Lobo, que reconoció la masificación en las cárceles del norte de Honduras.