AHMADINEYAD EN LATINOAMÉRICA
Quinta visita del presidente de Irán por América Latina
Por Alberto Carretero Aguado1 min
Internacional09-01-2012
Ahmadineyad ha comenzado su quinta visita a América Latina desde 2007 entrevistándose con Hugo Chávez en Venezuela. El martes visitará a Daniel Ortega en Managua con motivo de su toma de posesión, el miércoles visitará La Habana, y acabará su gira el jueves visitando en Ecuador a Rafael Correa. Brasil escapa de la gira del presidente iraní, país con el que no existen relaciones desde que Dilma Rousseff asumió la presidencia.
El gobierno de Estados Unidos y los expertos de la región aseguran que Ahmadineyad está buscando a marchas forzadas aliados para su programa nuclear, con el fin de evitar sanciones económicas internacionales. Asimismo, busca acceder de manera urgente a los mercados de materias primas. La situación se agrava con las tensionas ante el posible cierre del Estrecho de Ormuz. En el último año, la moneda iraní se devaluado más de un 60% y se esperan nuevas sanciones económicas contra Teherán antes de finales de enero por parte de los ministros de la Unión Europea. El Centro para la Estrategia y los Estudios Internacionales ha informado del interés de un grupo de investigación con sede en Washington por explotar minas de uranio en Venezuela y Ecuador, a cambio invertir millones de dólares en la región para proyectos de desarrollo económico. Recientemente, Irán ha aumentado el número de sucursales bancarias y empresas de transporte en Venezuela, así como sus inversiones en Ecuador. Esta presencia económica podría aumentar en estos y otros países como Nicaragua. Irán busca acceso a infraestructuras y a los recursos mineros y naturales de la región, persiguiendo la capitalización de los sentimientos anti-estadounidense, desde una óptica comercial y diplomática, con países como Venezuela, que tienen disposición de apoyo. Sin embargo, a pesar de las buenas relaciones de Ahmadineyad con Venezuela y su presidente Hugo Chávez, la economía del país empeora. Además, el presidente ha perdido el respaldo del líder supremo de Irán, Ali Jamenei y de Siria.