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ANÁLISIS DE CULTURA

Apagón: unidos contra la SOPA

Fotografía
Por Marta García BrunoTiempo de lectura2 min
Cultura09-01-2012

Sabemos cómo se las gasta Estados Unidos en cuanto a propiedad intelectual se refiere. Ya se ha conocido que el país mandó una carta de “amenaza” al Gobierno de Mariano Rajoy para que diera cuerda al reglamento de la Ley Sinde si no quería dejar de recibir inversión estadounidense. Si aquí la norma ha revolucionado internet, se queda corta al compararla con su homóloga anglosajona. El próximo día 24 se vota en el Congreso estadounidense el proyecto de ley Stop Online Piracy Art (SOPA), una norma más dura que la Digital Millenium Copyright Act, que también quiere ir contra la descarga ilegal pero que se diferencia de la nuestra en que entra en el detalle de los proveedores que se verán afectados por la intromisión. No sólo mandará al dueño de la página retirar, por ejemplo, un vídeo que consideren ilegal. La norma señala a buscadores, agencias de publicidad o redes de sistema de pago. También es distinta en cuanto a los plazos que tiene el aludido para cerrar la página web. Mientras que en nuestro país el papeleo puede rondar el mes, la SOPA pide la mayor brevedad posible y en cualquier caso, cinco días después de recibir la orden judicial. Nos quejamos de nuestra norma, pero la SOPA criminaliza a un “pirata digital” cual asesino. El departamento de Justicia estadounidense se dedicaría a rastrear infractores al detalle. Si cualquiera de nosotros tuitea un link a una web con contenidos ilegales ya estamos fichados. Es decir, que Estados Unidos no sólo se fijará en las webs ubicadas en su territorio, sino que se centrarán en direcciones de todo el mundo que incumplan la ley. Si inauguramos una página web sospechosa, la proveedora de nuestro dominio la retirará en el momento. La implantación de la norma podría obligar a modificar el sistema de gestión de dominios a nivel mundial, ya que el servidor raíz se encuentra en Estados Unidos. Además, páginas polémicas por filtrar documentos como Wikileaks entrarían en el exterminio instantáneo. Los detractores de la norma critican que la interpretación del texto es demasiado amplia y su vaguedad puede provocar la desaparición de la libertad de expresión en internet y por lo tanto una persecución y censura parecida a la vivida por los internautas chinos. Los que sí la apoyan son las productoras de cine y las discográficas, que bien es cierto ven cómo la piratería arrastra 46.000 millones de euros al año. Habrá que esperar al día 24 para ver el desenlace. Las grandes ciberempresas ya están preparadas para llevar a cabo su protesta en caso de urgencia. ¿Se imaginan un apagón digital de Google, Yahoo, Facebook, Twitter o Mozilla? es una de las maneras que tienen los afectados de mostrar su negativa a la SOPA. Es mejor no pensarlo.