Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

CONFLICTO EN EGIPTO

La rebelión egipcia continúa latente en Tahrir a pesar de la tregua

Por Marta Baena SanzTiempo de lectura2 min
Internacional24-11-2011

Por primera vez desde que comenzara la revuelta en El Cairo, que ya ha provocado más de 35 muertos, los disturbios se detuvieron y la población egipcia salió a la calle confiando en la tregua que había sido pactada con las Fuerzas de Seguridad, pero sin abandonar sus protestas y reivindicaciones.

Los egipcios no se rinden, y persiguen su propósito: "Queremos que los choques paren, la gente está muriendo… hay niños tirando piedras a la Policía”, ha declarado a Reuters Osama Abu Seree, uno de los jóvenes concentrados en el centro de la capital egipcia. Otro de los manifestantes apuntaba: “lo que queremos escuchar es cuándo se van a ir”. Estos enfrentamientos, que ya se han cobrado la vida de al menos 35 personas, recuerdan a las concentraciones que tuvieron lugar en febrero contra el régimen de Hosni Mubarak. A pesar de la tregua, los ánimos no se tranquilizan, e incluso en los alrededores de la plaza la batalla entre manifestantes y Policía continuaba. Aunque algunos proponen posponer las elecciones parlamentarias, se prevé que los comicios que comenzarán el 28 de noviembre, se inicien con normalidad. Ya que a pesar de que la violencia continúa reinando en las calles de la capital, el Consejo militar que gobierna Egipto y los Hermanos Musulmanes han establecido una alianza tácita para que se celebren elecciones a partir del próximo lunes, y para que el país se adentre en una nueva fase. Todo ello a pesar de que algunos planean posponer las parlamentarias. Las manifestaciones de los últimos días exigen que el mariscal Mohamed Tantaui se vaya, mediante gritos de "fuera, fuera, fuera", y que el Ejército entregue el poder a un Gobierno civil de unidad nacional. Como así confirmó hace días la Junta Militar egipcia que manifestó que "no pretende extender la etapa de transición", y que transferirá el poder a una autoridad civil elegida democráticamente. Por su parte, el ministro de Sanidad de Egipto, Amr Helmy, ha realizado una inspección para analizar los objetos usados contra los manifestantes. Y ha afirmado que se trata de munición real, cartuchos, pelotas de goma, además de botes de gas lacrimógeno, y cuyo grado de toxicidad ha prometido hacerlo público cuando obtenga los resultados. Lo que sí ha podido afirmar, tras su visita a los hospitales donde reposan los heridos es que "los síntomas de mareo y desmayos son síntomas causados por los gases lacrimógenos". Además, las Fuerzas de Seguridad disparaban balas de caucho contra los ojos de los civiles, por lo que las están siendo acusadas tanto por parte de los médicos como de los manifestantes. Un perdón que llega tarde Por su parte, el Ejército egipcio ha presentado sus "excusas" por las muertes de los civiles, que ascienden ya a 35 personas, como consecuencia de los duros enfrentamientos en las calles egipcias. A partir de un comunicado que emitió el Consejo, vía Facebook, expresó de esta manera su "lamento" y su "pesar", presentando: "sus sentidas excusas por la muerte de mártires de hijos leales de Egipto durante los acontecimientos en la Paza de Tharir".