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ELECCIONES 20-N

Comienza una campaña electoral marcada por la crisis

Por Marta Baena SanzTiempo de lectura3 min
España04-11-2011

Se inicia la primera campaña electoral donde el protagonismo, más que en los propios candidatos, se centra en los datos económicos que sacuden al país y que cada día traen nuevas sorpresas. Esta campaña electoral, que costará en torno a 41,6 millones, con una reducción considerable a la de hace cuatro años, en 2008, que rondó los 50, está pensada y calculada al milímetro. Sin embargo, la fluctuante economía es la encargada de añadir los detalles imprevistos.

Esta campaña electoral de las elecciones del 20-N no depende, por tanto, únicamente de la labor ejercida por el PP y el PSOE, sino por los datos del paro que siguen disparándose, ya que continúa aumentando el número de desempleados, y la crisis griega, que tras el anuncio del referéndum había dejado a la expectativa a todos los gobiernos europeos, aunque finalmente se ha frenado. Aunque la balanza electoral se inclina a favor del PP, no debe darse nada por sentado, ya que la incertidumbre económica puede cambiarlo todo de un momento a otro. Por ello, la prudencia debe primar antes de proclamar al PP vencedor, como así se cree desde hace unos meses y como apuntan las encuestas, o al PSOE perdedor, aunque los datos jueguen en su contra. Lo que sí se puede asegurar, es que nadie vaticinó que la campaña electoral llegaría con los peores datos de paro de los últimos 15 años, con casi cinco millones de parados, y menos aún después de los buenos resultados de este pasado verano de 2011. Mariano Rajoy, candidato del PP, declaraba, lo que desde su punto de vista, había que hacer para recuperar la confianza perdida por el PSOE: “es necesario un cambio político” y aunque señalaba que “eso no es suficiente” también apuntaba que “desde luego con esta gente es imposible, porque la historia reciente demuestra que es imposible que haya confianza en España”. Por su parte, el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostraba realista declarando: “entramos en la recta final, por detrás, pero lo importante es cómo llegar a la meta”, y por ello animaba a sus votantes a “correr más que el PP, porque ya lo hemos hecho antes”. Rubalcaba apuntaba también a que “tenemos que defender lo que hemos hecho con orgullo socialista”, para después admitir que han “cometido errores”, pero también reconoce que tienen “la valentía de decir que nos hemos equivocado”. Más inconvenientes para el PSOE A esta vorágine de las elecciones se suman también, las acusaciones de un empresario imputado por corrupción contra José Blanco, ministro de Fomento, quien es considerado un político fundamental en la estrategia del PSOE, ya que es el encargado de lanzar los mensajes más duros contra Rajoy. Se reduce de esta manera la fuerza de sus ataques contra el líder del PP, que siempre han causado efecto. Tanto es así, que la oposición muchas veces ha contestado públicamente para minimizar los daños. Jugar bien sus cartas Ambos políticos deben más que nunca jugar bien sus cartas. Por ello, el PP tiene sus esperanzas puestas en Cataluña, donde en 2008 obtuvo unos penosos resultados frente al PSOE, ya que sabe que ganándose la confianza de los aliados de los socialistas como son País Vasco, Andalucía y Cataluña, debilita aún más a la oposición. A la vez que sabe que cada dato malo del paro juega a su favor y empeora la situación del PSOE, “el dato del paro es insoportable”, comentó Rajoy. Por su parte, Rubalcaba tiene sus esperanzas puestas en el debate del lunes, donde muchos ven la única posibilidad de adquirir algo de ventaja frente al PP.