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REPRESIÓN

Ai Wei Wei debe pagar a China 1,7 millones de euros

Por Rita CasdeloTiempo de lectura1 min
Cultura02-11-2011

El gobierno de China le reclama al artista Ai Wei Wei 15 millones de yuan (1,7 millones de euros) en concepto de atrasos y penalización por sus presuntos delitos fiscales. El artista, que ha permanecido más de 80 días encerrado en su casa sin ninguna orden judicial se ha negado a pagarlo y se declara en insumisión fiscal. El poder tributario chino se defiende de las acusaciones afirmando que Ai se negó a pagar los 11 millones de yuan que se le reclamaban en un primer momento y, por lo tanto, a la multa inicial, se ha sumado la cantidad de insumisión al poder.

El artista ha afirmado que no reconocerá la deuda hasta que\"nos devuelvan nuestros libros de contabilidad y me justifiquen esa cifra". Ai Wei Wei afirma que en ninguno de sus numerosos interrogatorios le citaron una posible evasión de impuestos, es por esto, por lo que el propio artista ha reconocido que lo que sus supuestos delitos hayan sido ocultados tras una sanción fiscal y, de este modo justificar su detención. El gobierno chino controla todos los movimientos que se hacen en la red y, Wei Wei, cree que el problema es el miedo a Internet y a las redes sociales y ha afirmado que "han intentado desacreditarme, pero lo que han conseguido es ponerse en el foco ante todo el mundo. Hacen las cosas a la manera antigua, con arrogancia, de verdad que no sé que es lo que esperan conseguir con esto. Es ridículo". El artista fue liberado el pasado junio con la condición de que se mantuviese callado y no cargase contra el régimen. En los últimos días Ai volvió a hacer comentarios despreciativos hacia el poder de China y, por lo tanto, el gobierno decidió actuar cargándole los supuestos impuestos que debe al país. Además, la última semana de octubre inauguró, desde su casa, una exposición en Taiwán. Ai Weiwei dio las instrucciones diarias a través de correos electrónicos al Museo de Bellas Artes de Taipei para completar su exhibición de 21 obras que incluyen fotografías y doce cabezas de bronces que representan el horóscopo chino. El gobierno en este intento de mantenerlo en silencio ha vuelto a provocado un nuevo revuelo internacional.