ANIVERSARIO 11-S
Al-Qaeda vive su peor momento en el décimo aniversario del 11-S
Por Javier M. Fandiño2 min
Internacional11-09-2011
Más allá de la tragedia humana, el 11-S cambió drásticamente el mundo tal y como era conocido entonces. Las libertades públicas fueron recortadas y sustituidas por medidas de seguridad, los presupuestos de defensa se bañaron en un mar alcista, se acuñaron expresiones como el Eje del mal para denominar a los países que supuestamente apoyaban al terrorismo y la ONU resolvía invadir Afganistán para encontrar a Osama Bin Laden y otros líderes de Al-Qaeda, acusados de ser los responsables del atentado.
Diez años más tarde, nada es lo que parecía. La primavera árabe da visos de reformas en el norte de África y Oriente Próximo, Al-Qaeda ha sido descabezada con el asesinato de Osama Bin Laden y del número dos de la organización, Atiyah Abd al Rahman, y la OTAN ha comenzado su repliegue gradual de Afganistán. La cara son los guiños de optimismo al cambio y la cruz es que muy pocos son los países que han podido librarse del terrorismo internacional. Madrid, Londres y Bombay son algunos de los ejemplos que demuestran lo dramático de esta década. El 11 de marzo de 2004, los fundamentalistas fijaron como objetivo España, uno de los principales apoyos a George W. Bush hasta el momento, con la presidencia de Aznar. Los ataques, perpetrados contra cuatro vagones de tren de la red de Cercanías de Madrid, se saldaron con la muerte de 191 personas y casi 2.000 heridos. La política terrorista estaba clara desde entonces: nadie estaba a salvo ante un posible ataque, o lo que era más preocupante, la nacionalidad marroquí de los terroristas demostraba que Al-Qaeda contaba con una red internacional distribuida por distintos países. Un año más tarde, en julio de 2005, los yihadistas utilizaban el mismo método visto en Madrid y Bali y detonaban tres artefactos en el metro londinense. Paralelamente, otro explosivo estallaba en un autobús de Tavistock Square, causando la muerte de 56 personas y casi 700 heridos. En 2008, Bombay, centro económico de India, fue objetivo terrorista y el grupo islamista Lashkar-e-Taiba utilizó armas de asalto para atacar distintos puntos neurálgicos y turísticos de la ciudad, causando la muerte de más de 160 personas y dejando cerca de 300 heridos. La inflexión del 1-M El 1 de mayo de 2011 supuso un punto de inflexión en el devenir de Al-Qaeda. Ese mismo día fuentes informativas comenzaron a filtrar la muerte de Osama Bin Laden durante una operación secreta realizada en la región de Abbotad (Pakistán) por un grupo de élite del ejército estadounidense. La organización terrorista liderada por el saudí vengó su muerte una semana más tarde mediante un atentado realizado contra el centro de entrenamiento paramilitar de Charsadda, en Pakistán, tal y como reconoció el Moviviento Talibán Paquistaní, que reivindicó su autoría. No obstante, el futuro de la organización era incierto y el debate sobre el sucesor de Bin Laden se abría mundialmente. El último revés para la organización terrorista se produjo a finales del mes de agosto, cuando fue asesinado Atiyah Abd-al Rahman, número dos de Al-Qaeda tras la muerte de Bin Laden, según unas fuentes estadounidenses. Estas mismas fuentes no revelaron las circunstancias de su muerte, pero según ha podido saber AFP, un avión estadounidense disparó contra el vehículo en el que se encontraba de ocupante.