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ORIENTE PRÓXIMO

La violencia entre palestinos e israelíes se cobra 15 vidas

Por Caterina CrespoTiempo de lectura2 min
Internacional16-05-2011

Este fin de semana han coincidido dos celebraciones claves en el mundo árabe. Por un lado los israelíes celebraron la semana pasada los 63 años de su Estado y por otro los palestinos conmemoraron este domingo los 63 años de la tragedia, “Nakba” en árabe, que condenó al exilio a la mayoría de ellos. Y como ya se auguraba fue una jornada muy violenta. Miles de refugiados palestinos protestaron en las fronteras de Israel con Líbano y Siria y decenas de ellos penetraron en el Golán. Además en Gaza y Cisjordania también hubo graves disturbios. Al menos diez palestinos murieron por disparos del Ejército israelí. En total más de dos centenares han resultado heridas en los enfrentamientos que se han producido entre manifestantes pro-palestinos y las fuerzas de seguridad hebreas en varios puntos de la frontera con Líbano y Siria, cuando los manifestantes han intentado entrar en Israel.

Reacciones que se han presentado más violentas debido a todo lo que se está viviendo en el mundo árabe. Lo más sorprendente han sido las manifestaciones convocadas por los palestinos en la frontera de Siria que acabaron en una breve intrusión en Golán, territorio sirio ocupado por Israel desde 1967. Al parecer los guardias fronterizos tenían instrucciones de Damasco porque no hicieron nada por impedir que cientos de jóvenes se aproximaran a la valla y la rompieran a pedradas. Al final unos cien jóvenes pasaron al otro lado, los soldados israelíes por su parte dispararon en numerosas ocasiones y mataron al menos a cuatro personas. Los palestinos acabaron retirándose tras negociar con autoridades militares. Algunos pidieron, sin éxito, que se les concediera asilo para escapar de la oleada represiva desatada por el Gobierno sirio. La justificación fue que no habían entrado en territorio israelí, sino en una región de Siria ilegalmente ocupada. Hay que recordar que el Gobierno de Damasco, en las últimas semanas ha asaltado militarmente varias de sus propias ciudades y ha matado al menos a 750 personas. Debido a esto este domingo también en Marun el Ras, una localidad libanesa fronteriza con Israel, miles de refugiados cargaron a la vez contra la barrera de separación. Los primeros disparos fueron efectuados por el Ejército de Líbano, que intentó disolver la protesta. Y luego dispararon también desde el otro lado los soldados israelíes. Cuatro personas murieron y al menos 60 sufrieron heridas de consideración. Los militares de Líbano y de Israel se acusaron mutuamente de haber matado a los manifestantes. En Gaza, el centro de la protesta fue el paso fronterizo de Erez. Una gran marcha de palestinos se aproximó al mismo, superando la barrera de Hamás y entrando en una franja de terreno, de aproximadamente un kilómetro, normalmente desierta. Grupos de adolescentes lanzaron piedras y cócteles molotov contra el muro de hormigón y contra un tanque israelí que circulaba al otro lado. La tripulación del tanque respondió con un par de cañonazos. Casi 50 personas tuvieron que ser atendidas por los servicios médicos. Jerusalén estaba en tensión desde el viernes, cuando un palestino de 18 años, Milad Said Ayyash, murió durante una manifestación en el barrio de Silwan, una de las zonas más conflictivas de la zona oriental por la presión colonizadora israelí. Se sospechaba que el disparo provenía de un edificio habitado por colonos judíos. Tanto los expertos sirios como los palestinos a los que se les ha consultado han determinado que si la ONU no reconoce la existencia de Palestina, en septiembre los ataques serán incesantes.