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CASO FAISÁN

Las actas encontradas al ex número uno de ETA revelan interés político en el "chivatazo"

Fotografía
Por Esteban del PozoTiempo de lectura2 min
Sociedad29-03-2011

"Rubalcaba tiene un problema, y es que todas las piezas del puzle van encajando y la imagen que aparece es la de su cara". Con esta afirmación, la portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, resumió las consecuencias de la publicación de las actas, incautadas al ex número uno de ETA, Thierry, sobre la negociación que el Gobierno mantuvo con ETA en 2006 y 2007. Con ello, la responsabilidad del chivatazo a ETA proviniente de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ha saltado de las fichas policiales a las políticas.

La principal figura política salpicada por este escándalo es el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. De las actas de las reuniones, que tuvieron lugar en el proceso de negociación entre el Gobierno de Zapatero y ETA en los años 2005, 2006 y 2007, y que fueron incautadas en la detección de Thierry, lo primero que se desliga es que la salida del que fue el primer ministro del Interior en el gabinete de Zapatero, José Antonio Alonso, por Rubalcaba, se trató de un gesto de acercamiento a la banda por tratarse de una persona que conocía y podía controlar muy de cerca los entresijos del Ministerio. Uno de los mensajes que lanzó Zapatero en aquellos años es que el proceso sería largo y costoso. Precisamente esta es una de las cosas que los emisarios etarras le echaron en cara a los intermediarios del Gobierno. Según los terroristas las detenciones de los responsables de la trama de financiación de la banda ("caso Faisán") no mostraba una predisposición del Ejecutivo a alcanzar ningún pacto con ellos. La respuesta que encontró de los negociadores fue que estos se debían a procesos ya empezados por la justicia y que ellos habían intentado todo para que no se produjeran. Para reafirmar la predisposición del PSOE, el Gobierno recordó el cambio en el Ministerio del Interior, la sustitución del Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional, y el que a pesar de tener constancia de la existencia de cartas de extorsión a empresarios las estaban guardando para no entorpecer las relaciones. Sin embargo si no podían cumplir con todo lo que les pedía la banda era porque el PP, la Justicia y la prensa estaba ejerciendo una "crítica" mucho más fuerte de la que se esperaban. Estas actas están posesión del juez de la Audiencia Nacional, Ruz, que en este momento es el encargado de investigar el "caso Faisán". Una causa de la que el PP lleva mucho tiempo pidiendo explicaciones y señalando como máximo responsable político al que fuera minisitro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba. En este momento el tiempo que lleva a pedir responsabilidades judiciales quedá algo lejos por el proceso legal, pero quizá el tiempo político se precipite porque depende sólo de un proceso moral.