Situación de la central Fukushima

Japón desmantelará la central nuclear Fukushima

Por Bianca Dennehy1 min

Sociedad21-03-2011

Japón procederá a efectuar el cierre y el desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima Daiichi tras el accidente que ocasionaron el terremoto y el tsunami el pasado día 11, que ha dejado destrozadas las instalaciones del mismo, como ha informado el portavoz del Ejecutivo nipón, Yukio Edano. Asimismo, Edano admitió en su comparecencia diaria que realiza cada tarde con el objetivo de mantener al tanto a la población de la crisis que "observando la situación objetivamente está claro" que dichas instalaciones quedarán en desuso de manera definitiva.

Fukushima Daiichi que se encuentra en el este de Japón y a unos 250 kilómetros aproximadamente del norte de Tokio, tiene intención de cerrar su actividad y sus puertas una vez hayan controlado las fugas y las altas temperaturas que hacen que el entorno sea peligroso ya que desestabilizan los núcleos de los reactores. Por otra parte, esta sería la primera vez que el Gobierno admite públicamente el peligro de las instalaciones y el futuro de las mismas, a pesar de que se han tomado medidas preventivas ya que se ha establecido un perímetro de evacuación de 20 kilómetros. Dicha planta sigue padeciendo problemas en la gran mayoría de sus seis reactores. No obstante, las unidades 5 y 6 ya tienen acceso a electricidad para activar sus sistemas de refrigeración, y el reactor 2 ha sido conectado con éxito a la corriente eléctrica con el propósito de que pueda ser enfriado con sus bombas de agua. A su vez, esto supone un grado de tranquilidad en la central de Fukushima Daiichi. A pesar de ello, el reactor 3 mantiene seriamente preocupado a los expertos de TEPCO, operadora de la central, ya que cabe la posibilidad de que la presión en la vasija de contención del núcleo siga incrementándose. De momento, TEPCO se muestra positivo y considera que la presión se ha estabilizado y que reducirán presión hacia la piscina de supresión en la base del reactor, siempre y cuando la operación reduzca el peligro cerca del núcleo y sino procederán a liberar vapor radiactivo a la atmósfera para evitar un catástrofe de mayor envergadura.