TÚNEZ
Las protestas fueron iniciadas por los estudiantes tunecinos
Por Sara Pérez Hernández2 min
Internacional10-01-2011
Tras la muerte de un joven de Túnez, el cual decidió quitarse la vida él mismo quemándose delante de la comisaría de policías en protesta a lo que le hicieron días antes, nacieron importantes y violentas protestas que no cesan en este país. En consecuencia a este desagradable suceso del joven de 26 años, las protestas se van intensificando por las calles de Túnez, llegando incluso hasta Argelia.
Mohamed Bouazizi, un joven universitario en paro, se inmoló el pasado 17 de diciembre en Sidi Bouzid muriendo unas semanas después como medida de protesta. Se dedicaba a la venta ambulante de fruta y verdura, pero un policía le abofeteó públicamente y las autoridades locales le prohibieron seguir con su actividad, decomisándole la mercancía y le estropeándole el carro entre un aluvión de insultos humillantes. La muerte trágica de Bouazizi fue el detonante de unas protestas que comenzaron en esa misma ciudad y se extendieron por todo el país después, con los estudiantes a la cabeza levantados por la alta tasa de paro (en torno al 15 por ciento) y por el ascenso en los precios de los alimentos. Uno de los objetivos del Gobierno tunecino en los últimos años ha sido mejorar la formación académica y lo ha conseguido, pero no ha creado puestos de trabajado cualificados, explica Abdeljalil Akkari, profesor en la Universidad de Ginebra (Suiza). Crear esos puestos resulta algo complicado para un país cuyos principales sectores son el petróleo y la minería. El paro en Túnez roza el quince por ciento y los universitarios son los principales afectados. “La frustración de los estudiantes es mucho mayor que la de alguien que solo ha estudiado dos años y ha comenzado a trabajar”, explica el profesor de origen tunecino y experto en desigualdades educativas. Desde aquel día que Bouazizi se quitó la vida en protesta, cientos de jóvenes de diferentes ciudades salieron a la calle para solidarizarse y dos tunecinos se quitaron la vida del mismo modo que Bouazizi. Pero no ha sido hasta los últimos días cuando las protestas se han incrementado y provocado más muertes en los enfrentamientos con la policía. El hecho adquiere importancia en Túnez, donde Gobierno y oposición aportan cifras muy diferentes sobre el número de fallecidos, entre 23 y 66 respectivamente. Las violentas protestas pueden interpretarse como un germen de una revuelta islamista. Pero nada parece indicar que existan grupos extremistas detrás de las revueltas. En un primer momento, el Ejecutivo de Mohamed Ghanuchi definió las revueltas como “actos terroristas”. Pero poco después, Ghanuchi prometió la creación de una comisión para investigar la corrupción en las estructuras del poder, lo que parece indicar un cambio en las presuntas investigaciones que se realizan para encontrar responsabilidades. Los estudiantes son los que han salido a las calles tunecinas, y no se han identificado con ningún movimiento islamista.