CRISIS PSE
El PSE celebra, por fin, su Congreso Extraordinario
Por Ana María Riaza3 min
España10-03-2002
Con un documento base que en su día fue ratificado con siete únicas abstenciones y ni un sólo voto en contra, el partido socialista de Euskadi-Euskadiko Ezquerra (PSE-EE) celebra el próximo fin de semana el Congreso extraordinario donde se erigirá el nuevo secretario general del partido tras la dimisión del antiguo líder, Nicolás Redondo Terreros, en diciembre del pasado año.
Serán tres, y no uno, los bloques que los próximos 23 y 24 de marzo se disputen la secretaría general del partido socialista vasco. Por mucho que el presidente de la comisión gestora y ex líder del PSE, Ramón Jaúregui, abogara durante el Comité Nacional celebrado el pasado mes de febrero, por la búsqueda de una única candidatura estimada, y probablemente prefijada, en las figuras de Patxi López o Javier Rojo-, capaz de aglutinar todas las tendencias ideológicas acogidas bajo el paraguas del socialismo vasco, las escisiones internas del partido no han logrado superar sus más mínimas diferencias, cayendo así en el mero partidismo. En su lugar, el socialismo vasco se dividirá el próximo sábado entre los seguidores del tándem Patxi López-Jesús Eguiguren, los redondistas -fieles herederos del anterior secretario general, entre los que se cuentan la diputada Rosa Díez, o el alcalde de Ermua, Carlos Totorika-, y los partidarios de un tercer bloque minoritario, liderado por la guipuzcoana, Gemma Zabaleta, dando lugar a un Congreso muy lejos del “congreso de unidad e integración” planteado por Jaúregui. Y es que, el tema ha traído polémica para rato. Desde que Redondo dimitió en diciembre del pasado año, el partido socialista vasco ha dado bandazos en todas direcciones, agravados por la contínua presión ejercida por un círculo mediático cada vez más cerrado sobre la agrupación socialista. Las escisiones del partido venían ya de mucho antes. Así, las continuas presiones ejercidas por diferentes agrupaciones dentro del propio partido. El líder del denominado “sector vasquista”, Jesús Eguiguren, llegó a acusar al ex líder vasco de “seguidismo” de la línea política planteada por el primer partido de la oposición en Euskadi, el partido popular (PP)-, y las acusaciones de “antinacionalismo” por parte de la Ejecutiva Federal, provocaron la que fue una dimisión más que anunciada. Con la salida de Redondo de la afiliación vasca, se abría la veda para los “vasquistas”. Se componía en Euskadi una Comisión gestora de carácter transitorio, encargada de pilotar al partido socialista vasco hasta la celebración del congreso extraordinario de este fin de semana, en que presumiblemente se nombre una nueva Ejecutiva. La gestora, que desde el primer momento ha buscado la síntesis y la unidad políticas, está actualmente liderada por el diputado nacional de Álava, Ramón Jaúregui, así como por los secretarios generales de las tres provincias vascas -Álava, Guipúzcoa y Vizcaya-. Desde su formalización, la gestora se ha encargado de la coordinación del Congreso extraordinario, así como de la elaboración de un documento base para la nueva reforma de la política socialista, capaz de sintetizar de la mejor manera posible, las ideas de todas y cada una de las agrupaciones que componen el socialismo vasco. Cuando la calma parecía llegar al partido, una nueva noticia saltaba a los medios de comunicación: la cadena SER desvelaba una reunión secreta mantenida entre el ex líder vasco y el presidente del Gobierno, José María Aznar, en La Moncloa, días después de la celebración de las elecciones vascas. Poco después, y tras entrevistarse con Rodríguez Zapatero, Redondo anunciaba que no volvería a presentar su candidatura a la secretaría general del PSE. Decisión que, en cierto modo, alivió ligeramente las tensiones dentro del PSOE. De este modo, sin unidad, sin integración, los socialistas vascos decidirán el próximo fin de semana la Ejecutiva que resuelva en un futuro más que cercano, inmediato, la resquebrajada política del partido socialista vasco.