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Unas 300.000 se manifiestan en Barcelona contra la globalización

Por Noelia Hernández MartínTiempo de lectura2 min
España16-03-2002

Las calles de Barcelona se vieron envueltas en numerosas manifestaciones anglobalización el pasado fin de semana. Las marchas han superado todas las expectativas de asistencia y han transcurrido sin graves incidentes.

En cada ciudad en la que se celebra una reunión internacional de alto nivel, los movimentos antiglobalización dejan su huella como protesta. Esta vez le ha tocado el turno a Barcelona. Allí, el pasado fin de semana se celebró la Cumbre de Barcelona y paralelamente, los manifestantes se dieron cita para protestar contra la globalización. Las Ramblas, la plaza de Colón y la avenida Diagonal han sido los lugares donde se han producido los mayores altercados. La policía detuvo en la avenida Diagonal a seis personas integrantes de Zuzen, grupo radical vasco que defiende el acercamiento de presos etarras a Euskadi. La detención se produjo cuando intentaban hacer un simulacro de los accidentes de tráfico que sufren los familiares de presos en sus desplazamientos a las prisiones. Escenificaciones teatrales, murales pintados, destrozos y altercados con la autoridad estuvieron presentes en las manifestaciones, encabezadas principalmente, por tres bloques diferenciados: el Foro Social de Barcelona, creado por los partidos de la izquierda catalana a finales de 2001; la Campaña contra la Europa del Capital, formada por un centenar de entidades sociales y cívicas, y partidos extraparlamentarios y la Plataforma Catalana que agrupa a grupos independentistas radicales, entre ellos Batasuna. Una de las reivindicaciones que más grupos antiglobalización defienden es el establecimiento de la llamada Tasa Tobin. La globalización supone la apertura de los mercados de capitales. Estos flujos de dinero han enriquecido y arruinado a muchos países, ya que la solvencia de sus divisas está en función de la entrada y salida de capitales. Esto explica, en parte, crisis financieras como las de México, Rusia o el sudeste asiático. De ahí que los movimientos contra la globalización pidan el establecimiento de la Tasa Tobin que es un impuesto que grava los movimientos de capitales. Por otra parte, la supresión de barreras comerciales impulsará el crecimiento económico, pero se deberán introducir mecanismos correctores para evitar que un mayor aumento de los desequilibrios entre países ricos y pobres. Una sociedad más justa, el control del poder ilimitado de las multinacionales y la democratización de las instituciones económicas mundiales son también otras medidas que los activistas antiglobalización reivindican.