CUMBRE DE BARCELONA
Europa avanza en materia económica, social y medioambiental
Por Mª Jesús Torres2 min
España16-03-2002
El presidente el Gobierno español y presidente de turno del Unión Europea (UE), José María Aznar, quería acudir a la Cumbre de Barcelona "con la intención de obtener resultados concretos" que permitieran alcanzar objetivos en materia de empleo, crecimiento económico y "más prosperidad para todos".
Ante ello se mostraba optimista: "Creo que seremos capaces de conseguir avances en estas prioridades". Así fue. Aznar, junto con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y el secretario general del Consejo, Javier Solana, se felicitaba por el resultado de la Cumbre. El Consejo Europeo de Barcelona, celebrado los pasados 15 y 16, culminó con la decisión de liberalizar el sector energético, avanzar en el proyecto Galileo, alcanzar el pleno empleo, aumentar la inversión en Investigación y Desarrollo, y crear una tarjeta sanitaria para todos los ciudadanos de la UE. Todo ello quedó expuesto en las conclusiones de la cumbre. El objetivo del Consejo era impulsar liberalizaciones en la economía europea para que consiga niveles de crecimiento similares a los de EE.UU. Para ello, contaban con la experiencia de la Cumbre de Lisboa de marzo 2000, donde empezaron a gestarse "la liberalización económica, la cohesión social y el respeto al medio ambiente", en palabras del ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué, y con el fracaso de la Cumbre de Estocolmo del pasado año. El compromiso con la ayuda al desarrollo fue el primer acuerdo que alcanzaron los líderes europeos. Los Quince decidieron dedicar en el 2006 al menos un 0,33 por ciento de su Producto Interior Bruto a los países en desarrollo. Así, la Unión Europea acudirá a la Conferencia sobre Financiación del Desarrollo de la ONU que se celebra esta semana en Monterrey (México) con una posición común. Hubo avances también en el área de los mercados energéticos. Los líderes comunitarios consiguieron desbloquear este sector pero aceptando las condiciones impuestas por Francia y Alemania, que se encuentran en periodos electorales. Gran Bretaña y Holanda desbloquearon asimismo el proyecto Galileo, un complejo de 30 satélites que independizaría a Europa de EE.UU. en gestión de transportes, telecomunicaciones y seguridad. Los Quince abogaron por conseguir el pleno empleo y mejorar la sanidad, la educación, la movilidad y la investigación. Lograron, también, un compromiso para lanzar este año las normas que liberalicen los servicios financieros.