AGENCIA INTERNACIONAL DE LA ENERGÍA
La AIE eleva su previsión de consumo para 2010 y 2011
Por Marta J. Funes
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Economía10-12-2010
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) vuelve a revisar al alza su previsión de consumo mundial de crudo para este año gracias a las bajas temperaturas registradas últimamente en el hemisferio norte. Espera que la demanda de petróleo en 2010 ascienda a 87,4 millones de barriles diarios, lo que supone un crecimiento del 2,9 por ciento respecto al 2009, debido principalmente a que la demanda de petróleo se encuentra en un momento favorable y próspero, especialmente en el tercer trimestre.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también ha elevado sus expectativas de consumo para el próximo año, hasta los 88,8 millones de barriles diarios. Esto implica un aumento interanual del 1,3 millones de barriles diarios y un frenado del crecimiento de este año por la “desaparición de los factores de apoyo temporales”. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) también aumenta sus previsiones, colocándose en 85,93 millones de barriles diarios, lo que supone un 1,74 por ciento más que en 2009. Los expertos de la OPEP aseguran que “la economía continúa su expansión” y destacan que las previsiones de crecimiento para este año y para el siguiente son más exitosas de lo que se esperaba inicialmente. Las previsiones para 2010 y 2011 de los países que no forman parte de la OPEP se han elevado hasta 52,8 millones de barriles diarios y 53,4 millones de barriles diarios, respectivamente. Es destacable la subida de algunos países que no forman parte del cartel como Canadá, Kazajistán y Brasil. Ali al-Naimi, ministro de Petróleo de Arabia Saudí, afirmó hace unos meses que el precio idóneo del barril tenía que rondar los 90 dólares para importadores y exportadores. Por otro lado, Libia y Venezuela han asegurado ser contrarios al aumento de ese objetivo formal de producción hasta que el precio no llegue a 100 dólares. Además , en China se ha producido un rápido aumento del uso de generadores autónomos, que funcionan con derivados del petróleo, gracias a las medidas de razonamiento eléctrico.