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ESTADO DE ALARMA

Zapatero justifica el estado de alarma en defensa de la Constitución

Fotografía Zapatero, en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados (FOTO: Partido Socialista)

Zapatero, en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados (FOTO: Partido Socialista)

Por Rocío LinaresTiempo de lectura2 min
Economía09-12-2010

Delito de sedición, "obstaculización del ejercicio del derecho de libre circulación", "abierta rebeldía con el Estado de derecho", "afrenta al orden público constitucional”. Por esto, se piden hasta 8 años de cárcel para los controladores. La actuación del Gobierno durante el caos aéreo está justificada con la necesidad de no ceder de ningún modo ante las peticiones sin concesiones de estos trabajadores, y sobre todo, de no dejar pasar impune la situación vivida en el fin de semana pasado.

Según el artículo 9 de la Ley de 1981 que regula los estados de alarma, sitio y excepción, el Gobierno decidió que los controladores quedaran bajo las órdenes directas de "la autoridad competente". También estaban expuestos a la aplicación de un “régimen sancionador de especial efectividad y carácter disuasorio”. Sin embargo, fue necesario acudir al mando militar porque la legislación actual no contempla la "movilización de personal o empresas" para cubrir los servicios necesarios en caso de estado de alarma. El resumen de combinaciones entre leyes y artículos es que el estado de excepción ha sido el punto final a una tensión descontrolada entre los controladores. Previsiones Se veía venir. Los controladores se preparaban para acabar con las negociaciones que mantenían con el Gobierno de una forma radical y extrema: Bloqueo del espacio aéreo español. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero ha admitido que se tenía conocimiento de la posibilidad de “riesgo cierto” según actuaban los controladores en Santiago de Compostela y Canarias. Con una justificación de cumplimiento del Decreto de 5 de Agosto (1.670 horas de trabajo) se ausentaban en sus puestos de trabajo en un número que aumentaba progresivamente. Sin embargo el Gobierno se pronunció el pasado día tres con respecto al polémico decreto y desató el caos. Las negociaciones se intensificaron pero las “facultades ordinarias del Gobierno” no dieron resultado, según ha admitido el Presidente ante el Pleno de la cámara. El estado de alarma ha frenado la situación “calamitosa” que se apoderó de España la tarde del viernes pasado. Lo más extremista: la militarización de las condiciones laborales de los controladores. Las medidas adoptadas en este marco de estado han resultado efectivas y tienen una justificación. “El principio de proporcionalidad se cumplió de forma estricta”, una “situación de excepción” intolerable requiere una “medida de excepción”. “La prolongación durante más de 20 años de una situación como la aquí acreditada en la que se ha utilizado la negociación colectiva en fraude de Ley, no constituye un estado de normalidad”. Zapatero ha continuado su discurso admitiendo que “sobre el Gobierno pesa la doble obligación: de impulsar la depuración de responsabilidades en las que se haya podido incurrir, y de facilitar, en cuanto sea posible, la recompensa por los daños y perjuicios ocasionados”. Conclusiones Ahora la pelota está en el Tejado de los Tribunales, para encontrar a los responsables y calificar lo ocurrido. El Gobierno, por su parte, según asegura el Presidente, utilizará todos los instrumentos del Estado de derecho para evitar que se repita una situación similar. Se acabaron los privilegios para los controladores. No obstante, las palabras del Presidente han dejado claro que contempla mantener y en su caso pedir la prórroga del estado de alarma" si fuera necesario para garantizar el funcionamiento del transporte aéreo. "Ni un día más, pero ni un día menos en estado de alarma de lo que necesite este país".