HAITÍ
Haití, un país desafortunado desde su nacimiento
Por Paloma Bulnes
2 min
Sociedad18-11-2010
Haití sufre una epidemia de cólera que ya ha acabado con la vida de más de mil personas y, desafortunadamente el número irá en aumento. A esto, hay que añadirle el terremoto sufrido en enero que también, se cobró la vida de un gran número de personas.
La República de Haití proclamó su independencia de los franceses el 1 de enero de 1804. Es un país de las Antillas que está bañado por el océano Atlántico y por el mar Caribe. El régimen político de Haití, según la Constitución aprobada en 1987, es una República semipresidencialista que quedó suspendida tras el golde de Estado militar de 1991 y la crisis de 2004. En el 2006, tras un proceso electoral tutelado por la comunidad internacional, se eligió por sufragio universal al jefe de Estado, René Préval. La economía haitiana es la más pobre de todo el continente americano y una de las más desfavorecidas del mundo, tiene una renta per cápita de 772 dólares. El 80 por ciento de su población vive bajo el umbral de la pobreza y sobrevive gracias a la agricultura y la pesca, organizadas en pequeñas explotaciones de subsistencia. Las continuas tormentas tropicales de 2008 afectaron a las escasas infraestructuras de comunicaciones. Haití es un país que carece de inversiones extranjeras debido a la inestabilidad política, económica y social. Haití está incluido en el programa del FMI y del Banco Mundial para los países en vías de desarrollo altamente endeudados. La organización política se basa en la división de terreno en 10 departamentos, 41 distritos y 133 comunas. Los departamentos pertenecían a las tres provincias originales de Saint-Domingue colonial y hacen referencia al norte, sur y oeste. El nacimiento de Haití se remonta a la colonización, siglo XVII. En 1803, Jean Jacques Dessalines venció a las tropas francesas en la batalla de Vertierres y en 1804 se reconoció la independencia de Haití. En 1957, fue elegido como presidente François Duvalier que gobernó dura y dictatorialmente con la ayuda militar y económica de EE.UU. Así, en 1964 se proclamó presidente vitalicio y en 1971, le sucedió en el cargo su hijo. En enero de 1986, una insurrección popular le obligó a exiliarse y el Ejército se hizo con el control, mediante la formación de un Consejo Nacional de Gobierno. En 2004, se produjo una grave crisis interna y en la que hubo graves y violentos episodios que finalizaron con la ocupación de Haití por parte de los Cascos Azules de la ONU.