ORIENTE PRÓXIMO
Israel endurece el trato a los prisioneros palestinos y les mantiene incomunicados
Por Pablo Fernández1 min
Internacional16-03-2002
Israel ha iniciado una nueva estrategia de prevención de atentados. El Ejército, en sus ofensivas sobre poblaciones y campos de refugiados, detiene a todos los que considera mínimamente sospechosos de provocar altercados. El trato a esos prisioneros se ha endurecido durante la pasada semana. Están absolutamente incomunicados con el exterior.
Esta situación de aislamiento ha provocado las críticas de las organizaciones humanitarias internacionales. Sospechan que se están produciendo torturas y malos tratos contra los recluidos. Los indicios de que pueda estar sucediendo son claros: un trato discriminatorio, confinamiento en fábricas, registros abusivos. El Ejército israelí detuvo a unos 2.500 palestinos, sólo durante la semana pasada, como sospechosos de provocar altercados o planear atentados. Los militares se llevan a grandes grupos de civiles de las poblaciones en las que entran con su artillería y los confinan en naves industriales. Un ejemplo está en lo sucedido el pasado lunes en Belén. El Ejército eligió a los habitantes de entre 14 y 50 años y los hacinó en camiones que los depositaron en una fábrica de mármol, a las afueras del pueblo. De allí fueron a parar a la base militar de Ofer, cerca de Ramala. En ese lugar los israelíes hicieron una criba, descartaron a una buena parte y sometieron a interrogatorios a los que continuaban detenidos. Lo sucedido en Belén se repitió en otros lugares, como Tulkarem, Jenin y Kalkilia. Los defensores de los Derechos Humanos han denunciado que los detenidos son obligados a quitarse la camisa y los pantalones y entregar todos sus objetos personales. Los militares les vendan los ojos y se los llevan a lugares desconocidos. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, aseguró que "los soldados israelíes han escrito números en los brazos de los palestinos detenidos en los campos de refugiados de Tulkarem". "¿No es esto uno de los métodos aplicados por los nazis a los judíos?", se quejaba Arafat. Israel se defiende: "La ley nos permite mantener a los detenidos incomunicados durante 96 horas, sin asistencia de un abogado y sin acusaciones formales", aseguró el portavoz oficial del Ejército. Además negó que se estuvieran practicando malos tratos a los detenidos.