SALUD
Los haitianos sufren una grave epidemia de cólera
Por May Mc'Causland
2 min
Sociedad25-10-2010
Las autoridades de Haití y las organizaciones humanitarias realizan una llamada de "alerta máxima" a los ciudadanos, ya que la epidemia propagada en las zonas de alto riesgo ya acabó con la vida de 259 personas y se teme el incremento de esta cifra.
La situación Haití se mantiene crítica, ya que la llegada de esta epidemia de cólera es un golpe crucial para la supervivencia de esta población, que en los últimos años no ha dejado de sufrir trágicos acontecimientos. Aunque en su totalidad el brote no se ha instalado por completo en la capital, la infección es muy grave en el departamento de Artibonite, en el norte del país, y en el rio homónimo, que cruza el centro rural de Haití, en donde miles de personas se hacen benefactoras del agua, que hoy por hoy en Haití es el enemigo en los isleños. Esta enfermedad causada por una bacteria, que se transmite a través del agua o los alimentos contaminados, causa vómitos y diarreas que pueden provocar una deshidratación severa y, si no se atiende a tiempo, causa de manera rápida la muerte de la persona que la padece. Según fuentes de la Cruz Roja estadounidense, la situación era complicada dada la velocidad con la que se ha extendido el brote. "La sospecha es que la fuente es el agua contaminada del río (...) Artibonite. Se instauró un cordón sanitario alrededor de la región afectada para tratar de contener la expansión de la enfermedad". Por otra parte, la coordinadora humanitaria de Naciones Unidas, Catherine Bragg, dio a conocer públicamente que confían en que el brote pueda eliminarse "rápidamente", ya que apenas se supo del brote de cólera, y a petición del Gobierno de Haití, la ONU movilizó los equipos médicos, y en la zona afectada ya hay distribuidos 300.000 antibióticos y unas 10.000 cajas de agua potable. En la capital, Puerto Príncipe, trabajan fuertemente contra la enfermedad. La Misión de Estabilización de Naciones Unidas sufraga con la Dirección Nacional de Suministro de Agua y Servicios Sanitarios para surtir 800 kilogramos de cloro en polvo, que serán usados para curar el agua en las principales cañerías y puntos de distribución de las áreas más afectadas, que se encuentran en los alrededores del Río Artibonite. Asimismo, el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas ha comenzado a distribuir comidas preparadas y galletas energéticas en los hospitales de las zonas afectadas, con el objetivo de evitar la ingestión de comida cocinada con agua contaminada. De momento se han detectado 17 secciones comunales, cercanas al río Artibonite, que han sido catalogadas como zonas de mayor alerta, en donde existe gran riesgo de infección. En esos puentos se han suministrado pastillas potabilizadoras, jabón y sales de rehidratación, como medidas de alerta a la población vulnerable. El director general del Departamento de Salud, Gabriel Thimote, afirmó que el número de nuevos casos reportados está disminuyendo y añadió: "La tendencia es que se está estabilizando, aunque todavía no podemos decir que lo peor ya pasó".