ECUADOR
El presidente de Ecuador, cercado y agredido por la Policía de su país
(FOTO: Presidencia de la República del Ecuador)
Por LaSemana.es2 min
Internacional03-10-2010
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, vivió el momento más tenso de toda su carrera política cuando miembros del Cuerpo Nacional de Policía se levantaron contra él e intentaron agredirle. El detonante de la crisis fue una ley que limita los ingresos económicos de la Policía y de otros cargos públicos. Correa califica la acción de “golpe de estado” y decretó tres días de luto nacional por la muerte de cuatro personas.
La Policía tomó el pasado jueves varios cuarteles de Quito, Guayaquil y Cuenca, en protesta por una ley que recorta los beneficios económicos a miembros del cuerpo, entre otros empleados. El presidente, Rafael Correa, acudió a uno de los cuartes para dialogar con los policías y para insistirles en que no cedería ante sus presiones. El mandatario, que fue recibido entre gritos y abucheos, dijo a los policías: "Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor". "Si quieren destruir la patria, destrúyanla, pero este presidente no da ni un paso atrás. Viva la patria". Tras sus palabras, los sublevados atacaron al mandatario con gases lacrimógenos y Correa tuvo que ser ingresado en un hospital de la zona, que fue, además, cercado por los policías. El presidente tuvo que ser rescatado por militares del hospital donde estaba retenido, en medio de un intenso tiroteo entre los policías sublevados y los militares afines a Correa. Una vez en el balcón del Palacio de Carondelet, el mandatario aseguró que ese había sido "uno de los días más tristes" de su vida. Durante ese día, los bancos privados comenzaron a cerrar sus puertas dos horas después de la apertura y algunos comercios también decidieron cerrar. Además, en el aeropuerto de Quito unos 150 policías bloquearon la pista en su protesta contra las autoridades. "Por nosotros está en el poder Correa", decían los policías, mientras se escuchaban gritos de "vamos a la guerra civil". La crisis desatada provocó la muerte de al menos cuatro personas: dos policías, afines a Correa, un militar y un estudiante de Economía. No obstante, el Ministerio de Salud de Ecuador elevó la cifra a ocho personas. Además, alrededor de 250 personas resultaron heridas, algunas de ellas, de gravedad. Correa ha afirmado que los responsables serán castigados con una pena de hasta 12 años de prisión y decretó tres días de duelo nacional. Asimismo, Correa denunció que su esposa e hijos recibieron mensajes con amenazas en sus teléfonos mientras él estaba atrapado en el hospital. Cuando estaba "retenido en el Regimiento Quito y luego en el hospital en seguida mandaron mails a los teléfonos de mis hijos, de mi esposa diciéndoles 'ya vamos por ustedes'. Los tuvieron que evacuar y llevarlos a un lugar seguro". Tras lo ocurrido, el presidente dijo que "Ojalá nunca más se repita una barbarie así" y pidió que, a pesar del "dolor en el alma", ahora se mire "hacia adelante" y se siga "construyendo esa patria”.