COLOMBIA
Las FARC aseguran que no se rendirán tras la muerte de su jefe militar
Por Javier M. Fandiño2 min
Internacional26-09-2010
Las FARC han llegado a un punto de inflexión. “Les hemos dado en el corazón estratégico”, ha asegurado el ministro de Defensa colombiano, Rodrigo Rivera. La Operación Sodoma, desplegada la pasada madrugada del miércoles por el gobierno colombiano, ha acabado con la vida de ‘Mono Jojoy’, jefe militar del grupo revolucionario y número dos de la organización. Pese a la ausencia de líder, las FARC aseguran que no se rinden aunque reclaman “una oportunidad de paz”. Mientras tanto, el gobierno de Santos anuncia más operaciones.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se encuentran ante la peor crisis de su historia. En apenas cinco años, la organización terrorista colombiana ya ha perdido ocho altos cargos y cada vez se hace más difícil lograr la estabilidad. El último de ellos ha sido Víctor Julio Suárez Rojas, más conocido como Jorge Briceño Suárez o ‘Mono Jojoy’, número dos y jefe militar del grupo terrorista, abatido durante la Operación Sodoma realizada por el gobierno de Juan Manuel Santos. La muerte del “símbolo del terror” de la guerrilla colombiana ha supuesto un golpe irreparable para la cúpula terrorista que no sólo tendrá que buscar a un nuevo jefe militar que sea capaz de suplir la experiencia de ‘Mono Jojoy’ sino que también se verá obligada a nombrar a otro nuevo miembro del Secretariado, órgano de dirección del grupo terrorista, para sustituir al ideólogo de famosos secuestros políticos como el de Ingrid Betancourt. En la carrera hacia el relevo se han desmarcado los dos suplentes del Secretariado, Emilio Cabrera (‘Bertulfo’), Félix Muñoz (José Lisandro Lascarro o ‘Pastor Alape’), además de Wilson Valderrama Cano, alias ‘El Médico’ y Mauricio Jaramillo, una de las principales figuras de la cúpula terrorista. A pesar de no contar con un líder militar en estos momentos, las FARC han anunciado por medio de su página web que van a “seguir reclamando una oportunidad para la paz, no para la rendición”. No obstante, esta petición ha sido recibida con cierta desconfianza por parte del gobierno de Santos, que no llegó alcanzar un acuerdo en las negociaciones con el grupo terrorista tras su llegada al poder hace unos meses. Ahora mismo, el principal temor en Bogotá son las represalias que puedan tomar los terroristas. Si bien las familias de los militares secuestrados por las FARC temen por su vida, las fuerzas de seguridad de la capital han recibido 2.277 unidades policiales para evitar respuestas violentas.