AEROPUERTOS
Los controladores siguen amenazando con la huelga
Por Marta Sanz3 min
Economía05-08-2010
Los controladores y AENA retomaron este jueves las negociaciones en torno a la renovación del convenio colectivo por segundo día consecutivo, y con la firme intención de poner un fin definitivo a los paros en el tráfico aeroportuario. Antes de la finalización del encuentro trascendía que la negociación de los doce puntos de la tabla reivindicada por el gremio de los controladores estaba muy avanzada, y que ese mismo día podían alcanzar un acuerdo. Sin embargo, aunque se reconocieron avances por ambas partes, la amenaza de huelga sigue vigente y las conversaciones continuarán este viernes.
Desde el sindicato de controladores aéreos, USCA, se ha presentado una nueva organización de la jornada laboral, basada en dos días de descanso después de cuatro seguidos de trabajo, añadiendo además un permiso vacacional en verano. “Como sabemos que ahora en verano esto no sería suficiente, nos comprometemos a cubrir más horas durante el verano aunque no se paguen como extraordinarias, pero siempre que sea de forma voluntaria y no obligatoria como ahora”, ha declarado César Cabo, secretario de comunicación de USCA. Dese AENA se comprometen a estudiar todas las peticiones, y según fuentes sindicales ya se han aceptado verbalmente algunas (como retomar la formación o el pago del seguro de vida de los profesionales), pero insisten que la ley es la ley y cumplirla es innegociable. Quedan además pendientes otras cuestiones, como la demanda de que AENA no utilice plantilla de guardia (un 15% del personal de servicio previsto, que debe estar disponible para cubrir ausencias de último momento), si no es para una emergencia, o que se puedan activar los “servicios express” por los que se puede requerir a cualquier empleado para cubrir un puesto, una disponibilidad “absoluta e incondicional” todo el año inaceptable para USCA. Estas demoras en el acuerdo no hacen más que acrecentar el caos por incertidumbre dentro de los planes vacacionales. Los turistas no pueden decidir sus fechas de viaje influenciados por los posibles paros en la segunda quincena de Agosto. Según las asociaciones de las compañías aéreas, los daños por este estado de alerta se producirán aunque la huelga no se materialice. El vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, ha criticado este jueves la actitud de los controladores, a los que acusa de estar “causando un daño a la economía española" y al sector turístico, "al crear una situación de incertidumbre" con la amenaza de huelga, sin concretar la fecha. Chaves insiste en que la oferta del Gobierno, con un sueldo medio anual de 200.000 euros más horas extra, es más que razonable, y que en este caso, "los controladores no están defendiendo derechos, sino privilegios". El secretario de Comunicación de USCA, César Cabo, ha reconocido la contrariedad que derivará de esta situación, pero considera que las empresas deben pedir cuentas al ministro de Fomento, José Blanco, al que acusa de cambiar el sector a golpe de decretos, y con el que insisten en reunirse. El ministro, sin embargo, se niega a tal encuentro remitiendo las comunicaciones a la mesa negociadora existente. “Si hay un cambio de actitud, un gesto, se dará marcha atrás”, reconocieron desde USCA, entendiendo por este cambio aceptar algunas de sus reivindicaciones y reincorporar a controladores de más de 57 años, entre otras medidas. Por tanto y hasta el momento, un alto porcentaje de los controladores pertenecientes a USCA votarán a favor de la huelga en caso de que las cosas se mantengan igual, aunque aún no se conoce cuando tienen pensado parar, así como cuántos días pretenden hacerlo. Desde el grupo parlamentario socialista, Juan Carlos Alemán, se ha afirmado que esta huelga va a provocar que los controladores se conviertan en “uno de los colectivos con mayor desprecio en España”. Para el diputado socialista, esta huelga muestra "una insolidaridad absoluta hacia una sociedad con más de 4 millones de parados y que vive una crisis económica seria". Además, criticó que amenacen con una huelga a la sociedad española a pesar de que se les hayan ofrecido unas retribuciones de unos 200.000 euros al año. También hico referencia al daño que provocarían estos paros en el archipiélago canario, que derivará en “un retraso de la recuperación de la actividad turística y nos colocará uno o dos años hacia atrás". Por su parte, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, se plantea presentar una reclamación a AENA para que exijan responsabilidades a los controladores, por los “perjuicios que se está produciendo en la economía" de las islas.