Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

TOROS

Barcelona perdona la vida a un toro después de que el Parlament feche el fin de las corridas

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Espectáculos02-08-2010

Se llama Rayito, un animal que, polémicas aparte, se ganó con su nobleza y bravura el salvoconducto para regresar a la finca a padrear. Así es la crueldad de una Fiesta que ha cometido el pecado de ser española. Y así lo entienden los profesionales del mundo del toro, que han contestado a la votación del Parlamento catalán con un mismo manifiesto que se ha leído en plazas de toda España.

Rayito, herrado por Valdefresno con el número 93, y con un peso de 535 kilos, saltó al ruedo barcelonés en tercer lugar. Desde los primeros compases del toreo de capa protagonizado por Tendero el público ya percibió la calidad del animal. Luego, en la faena de muleta, el joven diestro perdió el reloj hasta que desde la Presidencia llegó la buena nueva: el indulto. Con ello se endulzaba una jornada que había comenzado entre insultos con los antis. Eso sí, el hecho noticioso aconteció ante unos tendidos que distaban mucho de estar llenos para callar la boca a quienes piden el fin de las corridas de toros. Pero la Fiesta sigue viva y, como en otros muchos puntos de España, también hubo corrida en el otro extremo de la piel de toro. En Pontevedra se esperaba la anunciada vuelta a los ruedos de Julio Aparicio, cogido espectacularmente y de gravedad en Madrid hace un par de meses. Aunque el torero no tocó pelo, los aficionados gallegos se encontraron con un entonadísimo Daniel Luque, que sumó tres trofeos en su actuación en la feria de la Peregrina. Alejandro Talavante cortó una oreja en un encierro de Lagunajanda. En Huelva se disputó un duelo en la cumbre entre Julián López El Juli y Miguel Ángel Perera con un encierro remendado de Domecq. Ambos desorejaron a uno de sus toros, mientras que José Antonio Morante de la Puebla obtuvo también una oreja. Otro de los grandes, el valenciano Enrique Ponce, ofreció una sinfonía de toreo bueno en el pintoresco coso de El Puerto de Santa María, donde cortó una oreja al buen quinto toro de La Palmosilla. Y en Santander, el primer domingo de agosto fue para la corrida de la Beneficencia, en la que Matías Tejela cortó una oreja a un toro de Marca. El día antes, en la última de feria de Santiago Antonio Ferrera cortó una preciada oreja a un victorino.