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DEBATE DE LA NACIÓN

Rajoy pide elecciones anticipadas por la falta de credibilidad de Zapatero

Por Rocío LinaresTiempo de lectura2 min
España14-07-2010

A partir de citas sobre afirmaciones de Zapatero en el debate de 2009, Mariano Rajoy ha desenmascarado a Zapatero. Con un año de por medio entre ambos discursos, el líder de la oposición ha repasado todas las acciones políticas del Gobierno alegando errores y contrariedades en la supuesta política de austeridad que ya estaba en marcha.

Sin embargo, la crisis económica continúa sobre los hogares españoles apretando más que nunca. Recortes salariales, subidas de impuestos y aumento de la deuda son las características principales que presenta el Gobierno en este debate. Mariano Rajoy ha criticado la prisa, la improvisación. El mal hacer del presidente en sus medidas. El balbuceo ante las propuestas que desde la oposición y otros partidos se hacían. Las no respuestas que se ofrecían ante las autoridades europeas y de otros países cuando preguntaban acerca de la acción por la crisis en España. En definitiva, el desconocimiento del presidente Zapatero y su equipo ante la penosa situación que se avecinaba. “No hay que hacer una reforma laboral. No se aceptará ni el abaratamiento del despido ni la reducción de los derechos de los trabajadores”. Éstas eran palabras del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ante lo que más tarde ha hecho cumplir en el país. En el discurso que ha pronunciado el líder de la oposición ha enumerado todas las medidas recientes que han sido aprobadas después de la proclamación, con seguridad, de que nunca serían impuestas. Entre ellas ha citado el recorte del gasto social, la bajada del sueldo a los funcionarios, la congelación de las pensiones, así como el decreto para la reforma de la legislación laboral sin acuerdo de los empresarios y de los sindicatos. Un tema que ocupa la agenda de los políticos por las controversias. Los problemas de España Rajoy también ha criticado la situación actual de España. Las altas cifras de paro, que han rozado los cuatro millones, el derroche por el Plan E y el cierre de empresas. Como añadido y de gravedad, el disparo de la deuda del Estado. Todo esto, enmarcado en la coyuntura europea. Unas cifras que han puesto en riesgo el equilibrio del conjunto de los 27 con avisos de los dirigentes de la UE y los presidentes de países con economías que empiezan a salir a flote. Todo un ejemplo en momentos difíciles que han significado un “palo” para la imagen del Gobierno. Por otro lado, quedan los acuerdos sobre los que ha tendido una mano el Partido Popular a las propuestas del Ejecutivo. Apoyo en contra de ETA, la ley de educación, la creación de un pacto energético, la urgente reforma del sistema financiero y las pinceladas suavizantes en la reforma laboral. Pero este, según Rajoy, es el final de Zapatero cuando habla de un futuro para España. Lo atribuye a la desconfianza extendida y augura que la “herencia del Gobierno” continuará haciendo daño al país. Por eso, Mariano Rajoy pide una única medida: “Usted no está en condiciones de gobernar. Por lo tanto, el mejor servicio que puede hacer al país para cortar este calvario es disolver el Parlamento y convocar elecciones”.