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IRLANDA DEL NORTE

Se intensifica la oleada de violencia en la provincia del Ulster

Por Marta SanzTiempo de lectura1 min
Internacional14-07-2010

Cada 12 de Julio se celebra en Irlanda del Norte la Marcha de los Orangistas, grupo protestante que defiende la pertenencia de Irlanda al Reino Unido y que conmemora la victoria de Guillermo de Orange sobre los católicos hace casi cuarenta décadas. Todos los años el sector republicano y católico de Belfast reverdece los conflictos de antaño. En esta ocasión, tras los desfiles protestantes, se han repetido los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los jóvenes republicanos dejando numerosos heridos.

El pasado domingo, en la primera jornada violenta, se sumaron un total de 27 policías heridos en la periferia y suroeste de Belfast, aunque sólo tres de ellos tuvieron que ser hospitalizados. Este miércoles la cifra ascendía ya a 82. Aunque en la última jornada no hubo heridos, los incidentes violentos enfrentaron a un centenar de policías antidisturbios con alborotadores que colocaron barricadas y dañaron material público, principalmente en Ardovne, un suburbio al norte de la capital norirlandesa. Además llama la atención que, según algunos testigos, llegaron a participar en los ataques a las fuerzas del orden niños de unos 10 años, lanzando piedras o bombas incendiarias, e incluso siendo utilizados como escudos humanos por los alborotadores. Estos disturbios no son ni mucho menos los primeros ocurridos en estas fechas, pero sí desde que se traspasara a la provincia las competencias de policía y justicia. David Ford, ministro de Justicia del Gobierno Autónomo, que recibió dicha cartera en Abril, condenó estos disturbios. “Los responsables tienen que ser condenados y está claro que son una pequeña minoría de gente que quiere crear el caos y hacer lo que sea para aumentar la tensión y el miedo a la comunidad”, declaró. Gerry Kelly, dirigente del Sinn Fein, principal partido republicano, también ha lamentado estos actos violentos, y ha acusado a los disidentes del IRA Continuidad de boicotear el proceso de paz que se comenzó en Stormont hace ya 12 años. Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, ha calificado estos disturbios de inaceptables, en una declaración efectuada este miércoles ante la Cámara de los Comunes, pero elogió la labor policial.