ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Va a haber un terremoto

Por Almudena Hernández
2 min
Sociedad07-07-2010
Los periodistas tenemos la maldita costumbre de hablar de todo sin conocerlo a fondo. Vamos de listos, de sobrados, de autosuficientes. Parecemos profesionales todoterreno, con desparpajo y sin vergüenza, capaces de improvisar, de desenvolvernos en cualquier ámbito. El Mundial ha dado millones de perlas... También es verdad que, con los años, el plumilla va aprendiendo a hacer de su vocación un oficio, una forma de observar la realidad, de relacionar datos y, por lo tanto, de entenderla sin dominarla. Hace algún que otro año se difundió la idea de que los terremotos y los eclipses bien podrían formar matrimonio. No es nuevo que los fenómenos relacionados con la luna, su atracción y su campo magnético mueven mucho más que las mareas, los líquidos y la regla de las mujeres. Hace unos días la Nasa avisó de que se iba a producir uno de esos fenómenos que el hombre de todos los tiempos ha admirado: un eclipse total de sol. La agencia espacial estadounidense avisaba de que el espectáculo se divisaría este domingo 11 de julio en el Pacífico sur, que duraría cinco minutos y que sería todo un acontecimiento gracias a las condiciones meteorológicas para observarlo desde la Tierra. Ójala no vuelva a repetirse la "casualidad" que rondó las fechas de otro eclipse -esta vez parcial- que hubo el 15 de enero. El día 12 del mismo mes de este año un brutal terremoto asoló Haití. Acudir los buscadores más famosos de Internet para apoyar esta hipótesis no hace más que confundir -con pronósticos esotéricos incluidos-, pero también plantea otra realidad: la preocupación que hay en no pocas personas por la relación entre terremotos y eclipses y la posibilidad descabellada -o no- de que se puedan predecir los movimientos sísmicos. Está en juego, sin duda, la vida de las personas, las mismas que desde siempre se maravillan ante el espectáculo del Universo que nos rodea. Coincidencias, al menos, las hay. Ójala que, al menos por esta vez, no haya olfato periodístico.