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PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UE

España cede el testigo de la presidencia europea a Bélgica

Fotografía Los dirigentes belgas celebran el inicio de su semestre al frente de la UE (FOTO: Presidencia de Bélgica)

Los dirigentes belgas celebran el inicio de su semestre al frente de la UE (FOTO: Presidencia de Bélgica)

Por Rocío LinaresTiempo de lectura2 min
Internacional02-07-2010

El Gobierno provisional de Bélgica toma las riendas de la Unión Europea a la sombra de Herman van Rompuy. Con un programa “modesto” según Yves Leterme, primer ministro en funciones de Bélgica, se abre otro ciclo de presidencia rotatoria que empieza metido de lleno en el Tratado de Lisboa. La coyuntura de crisis económica enerva aún más el clima europeo que cede cada vez menos confianza a la autoridad rotatoria del conjunto europeo.

Seis meses por delante para “continuar” la labor de España al frente de la Unión Europea. El nuevo protagonista, Yves Leterme, comparte podio con Rompuy, Presidente permanente del Consejo y con Catherine Ashton, Alta Representante para la Política Exterior. Es la duodécima ocasión que Bélgica pasa por rotación al mando del Consejo pero será la primera vez que tenga que gestionar un complejo panorama político interno con el clima de crispación exterior. Para ello, desde hace dos años, el país ha estado preparando su programa en cooperación con gobiernos regionales, comunidades y otros agentes para garantizar un bienestar que sea extensible a los 26. El objetivo principal es la superación de la crisis económica. Para ello, la propuesta es mantener una política de austeridad que reforzada con las medidas de cada país miembro, ayudará a la Unión Europea a regresar a la senda del crecimiento económico sostenible un camino que algunos países, de forma individual ya han tomado y que pueden servir como ejemplo. En esta primera declaración de principios, Leterme se ha mostrado especialmente interesado en poner en marcha la agencia europea de supervisión y la reglamentación sobre los fondos especulativos. Una iniciativa que parte de la necesidad de estabilidad en el plano financiero. El trabajo pendiente para este nuevo ejecutivo recoge las iniciativas de la saliente presidencia española. Una de ellas, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) ha sido recientemente aprobada por las instituciones comunitarias y concretadas sus pautas de funcionamiento y organización se encuentra a la espera de actividad. Los Balcanes Occidentales e Islandia están en la agenda Belga como futuros candidatos a ser miembros de la unión y de manera optimista se refiere a Turquía, un país para el que se propone mantener el proceso de adhesión en “avance rápido y eficaz”. Finalmente, en el ámbito de la diplomacia, queda pendiente la capacidad de reacción del conjunto europeo ante las catástrofes naturales como el terremoto de Haití, los incendios que cada verano arrasan los países mediterráneos o las inundaciones recientes de Polonia y Francia. Por su parte, Bélgica no ha ofrecido una imagen puramente estable como fuerza de guía en estos propósitos presidenciales. Su presidencia, en la persona de Yves Leterme, es ahora mismo un cargo en funciones, aunque es probable que no haya un nuevo Ejecutivo federal al menos hasta octubre. Mucho “sentimiento europeísta” se espera de este nuevo liderazgo y de quienes componen la Unión Europea, para lo que es necesario un gran compromiso ante grandes retos.