ARTE
Los reyes inauguran Caixafòrum en Barcelona
Por Lola Ocaña2 min
Cultura02-03-2002
Caixafòrum abre sus puertas presentando sus tres salas de exposiciones temporales, que en conjunto ocupan unos 3.000 metros cuadrados, una selección de 72 obras de su colección.
En este centro cultural, La Caixa, entidad a la que pertenece, ha invertido 30 millones de euros (4.992 millones de pesetas) para la recuperación del edificio de estilo Modernista donde se ha ubicado Caixafòrum, proyectada y construida en 1912 por Josep Puig i Cadafalch. Al acto de inauguración acudieron, además de los reyes, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; las ministras de Educación y Cultura y Ciencia y Tecnología, Pilar del Castillo y Anna Birulés, respectivamente; el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el presidente del Parlament de Cataluña, Joan Rigol, y numerosos representantes del mundo de la política, la universidad, el arte y la economía. Para Josep Vilarasau, presidente de La Caixa y también de la fundación, con Caixafòrum se ha recuperado "una de las joyas del modernismo" y además que con ello "culmina el deseo anhelado de dar una sede estable a la colección de La Caixa, que con 800 obras de artistas españoles y extranjeros es, para algunos críticos, la colección privada de arte contemporáneo más importante de España". Después de esta inauguración oficial, que tuvo lugar el jueves 28 de febrero, las puertas de este centro cultural se abrieron al público el sábado, y lo hicieron con una fiesta popular y la actuación del grupo de percusión francés Los Tambores del Bronx y otros grupos musicales procedentes de diversos países. En Barcelona se han organizado, paralelamente, actividades académicas del centro con unas jornadas de arte contemporáneo relacionadas con la presentación de la colección en las que participan, entre otros, Kaspar König, director del Museo Ludwig de Colonia; Nicolas Bourriaud, codirector del Palais de Tokyo de París, y María Corral, directora de la colección de arte contemporáneo de La Caixa. Este centro es una muestra más del interés de Barcelona por el arte Moderno y los artistas modernistas, en un año en el que la Ciudad Condal celebra, también, el año Gaudí.