SEMANA SANTA
El Gobierno prepara la reforma de la Ley de Libertad Religiosa
Por Juan Antonio Marín
1 min
Sociedad04-04-2010
La reforma de la ley de libertad religiosa, que está vigente en España desde 1980 y que no ha recibido ningún cambio desde entonces, vuelve a estar de actualidad. El Gobierno la quiere cambiar antes de que concluya la legislatura con fines laicistas. Entre otras cosas, quiere acabar con cualquier símbolo público religioso.
Una de las propuestas más discutidas de esta reforma es la que implicaría un pluralismo religioso en un amplio sentido, con lo cual los símbolos religiosos como los crucifijos serían desterrados de cualquier lugar público. Además, se plantea inducir a la Iglesia católica a la autofinanciación completa, con lo que el Estado recortaría drásticamente las ayudas que ahora recibe a través del IRPF. Del mismo modo, las celebraciones religiosas estarían reguladas y serían restringidas a un ámbito privado, poniendo en una difícil situación a las procesiones de la Semana Santa, que en algunos lugares, especialmente en Andalucía, son el principal atractivo turístico de estas fechas, así como una celebración de la fe y la devoción que sienten miles de fieles por sus imágenes. Sin embargo, aunque el texto está muy avanzado, su contenido sigue siendo bastante difuso. Quizá por esta razón el Gobierno ha decidido no seguir profundizando en él y lo mantiene en el dique seco, aunque Zapatero se ha reservado la redacción final de este documento, para poder perfilarlo de manera más clara e intentar contentar a todo el mundo. Volviendo la vista atrás, hay que recordar que las relaciones del PSOE con la Iglesia han sido bastante controvertidas durante las dos legislaturas del Gobierno de Zapatero. Hace poco, el debate sobre la ley del aborto mantuvo a todo el país en pie de guerra y muchos sectores se manifestaron en contra de dicha ley, que finalmente acabó siendo aprobada. Sin duda, esta reforma será uno de los momentos más duros que tendrá que atravesar el Gobieno de Zapatero, que ya ha implantado otras medidas bastante impopulares en sectores religiosos, como cuando aprobó la ley de matrimonio homosexual o la implantación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía.