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SEMANA SANTA

Millones de españoles manifiestan en las procesiones su fe cristiana

Fotografía Procesión del Cristo en un pueblo de Madrid (FOTO: LaSemana.es)

Procesión del Cristo en un pueblo de Madrid (FOTO: LaSemana.es)

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Sociedad01-04-2010

No es cultura. No es tradición. En realidad, se trata de fe. La Semana Santa conmemora la muerte y resurección de Jesucristo hace dos milenos. Millones de españoles, que durante el resto del año llevan en la intimidad su fe cristiana, salen a la calle estos días para revivir en las procesiones el martirio que sufrió Jesús antes de morir y su posterior resurección.

La Pasión de Cristo está perfectamente narrada en las Sagradas Escrituras. Jesús fue apresado en el huerto de Getsemaní por los guardianes del Sumo Sacerdote, quien le condenó a muerte desde el primer momento y presionó a los soldados romanos para que fuera crucificado. "Murió y fue sepultado. Pero al tercer día resucito entre los muertos y subió a los cielos". Aunque la Semana Santa únicamente significa cuatro días de vacaciones para muchos españoles, la inmensa mayoría asuma su tremendo simbolismo religioso. La fe se respira por todas partes: desde el propio nombre de las fechas hasta las decenas de miles de celebraciones que visten los pueblos y ciudades de silencio y recogimiento interior. La Semana Santa es la manifestación religiosa más importante de todo el año, tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo. La muerte y resurección de Jesús convierte al cristianismo en una religión única, en tanto que Dios se hizo hombre y que escogió morir para enviar un mensaje de esperanza. Desde el punto de vista teológico, además, Cristo murió para salvar a la Humanidad y redimir los pecados del hombre. La Pasión en carne propia Cada procesión, cada paso que recorre las calles y cada talla venerada por los cristianos conmemora desde la fe este acto de generosidad y, sobre todo, recuerda el sufrimiento que sintió en carne propia el Hijo de Dios antes de morir en la cruz. Su posterior resurección, según recuerdan estos días las homilías, demuestra que la vida y el sufrimiento tienen sentido, incluso en las peores circunstancias. Aunque la Navidad sea la fiesta religiosa que más se celebra en todos ls hogares españoles, la Semana Santa es mucho más importante para los cristianos porque el verdadero mensaje de Jesús llegó con su propia muerte. De ahí que millones de ciudadanos salgan a las calles en estas fechas para recordar su martirio, e incluso tratar de compartirlo en pequeña medida. Son muchos los que recorren las procesiones descalzos como ofrenda, e incluso los que caminan de rodillas detrás de una virgen o una cruz. En el fondo, es un acto de penitencia a Dios o una accion de gracias. En determinados casos, ambas juntas. Hasta ahí llega la fe que en Semana Santa puebla el país de norte a sur y de este a oeste sin excepción. Lo único que cambian son las costumbres. Las procesiones andaluzas, por ejemplo, suelen ser tan espectaculares como bulliciosas. En cambio, las castellanas emocionan por el silencio y el sobrecogimiento de sus protagonistas. Son distintas formas de expresar una misma fe, que según las estadísticas ha perdido adeptos en la última década pero que cada año congregan a más fieles.