GRECIA
El plan de recorte salarial y pensiones genera disturbios
Por Victoria Sofía Wilches2 min
Internacional24-02-2010
Este miércoles las grandes centrales sindicales de Grecia han convocado una huelga general tras el anuncio del presidente Yogos Papandreu de recortar profundamente los salarios y pensiones con el fin de superar la crisis financiera que ha golpeado al país fuertemente y reducir el déficit público. Todos los trabajadores se han volcado a las calles de las principales ciudades para rechazar el plan de austeridad propuesto por el Gobierno, mientras que en Atenas la manifestación de unas 20.000 personas ha terminado en enfrentamientos violentos con la policía.
En la mañana de este miércoles más de dos millones de trabajadores que conforman la Confederación General de Trabajadores de Grecia, GSEE, la Unión de Funcionarios Civiles, ADEDY y a la organización sindical comunista, PAME, han sido llamados a protestar. El personal concentrado en estos grupos representa aproximadamente la mitad de la fuerza laboral helena. Para facilitar el acceso a las manifestaciones han sido cerrados los accesos a los puertos marítimos y a los aeropuertos, dónde unos 400 vuelos se han cancelado y sólo será abierto en situaciones de emergencias u operaciones estatales. También las oficinas gubernamentales, colegios, bancos y hospitales de todo el país han cerrado sus puertas hasta el jueves cuando se espera que la huelga finalice. Al paro se han sumado los funcionarios de las agencias informativas, lo que representa un cese de información noticiosa por 24 horas. Este miércoles sólo se ha mantenido el servicio de transporte público en las grandes ciudades. Sin embargo, las primeras discrepancias en cuanto a la convocatoria han aparecido, pues el Gobierno afirma que sólo un 16 por ciento de los empleados se han presentado a la huelga, mientras que ADEDY asegura que la cifra ha sobrepasado el 90 por ciento de manifestantes. Las manifestaciones se producen tras la orden de Bruselas a Grecia de imponer un plan de ajuste salarial con el objetivo de reducir el déficit público, que actualmente ocupa un 12,7 por ciento del PIB, a sólo un 4 por ciento anual. La única salida encontrada por el Gobierno griego, que es custodiado por Bruselas con rigor, ha sido la de recortar los sueldos de los funcionarios, medida que abarca desde la congelación salarial, la reducción de primas, el aumento de la edad de jubilación, subida de impuestos para los artículos de lujo y una amplia reducción del gasto público. Paradójicamente, la mayoría de la población ha apoyado las medidas de ajuste del Gobierno socialista. Por su parte, una delegación de observadores de la Comisión Europea, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Central Europeo desde el martes revisan la posibilidad de poner en marcha las medidas acordadas con el Ejecutivo comunitario para superar la crisis.