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Rajoy y Azurmendi debaten sobre el multiculturalismo

Por Fernando Cancio MartínezTiempo de lectura2 min
Sociedad20-02-2002

El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, afirmó el pasado miércoles que los principios constitucionales son para todos e implican también derechos y obligaciones para todo el mundo, en referencia al debate suscitado por la adaptación de los inmigrantes a las costumbres españolas.

Mariano Rajoy apostó porque la administración y la sociedad española, además de "otras personas", hagan un esfuerzo de integración según "los valores y principios constitucionales". Un ejemplo al que se refirió fue el Código Penal, que en España dicta unas determinadas penas que son diferentes en otros países aún para los mismos delitos. "Todo el mundo tiene derechos pero también tiene que tener obligaciones" declaró Rajoy, quien aclaró que "sería complicado que alguien quisiera tener derechos pero no obligaciones". El debate se ha avivado con Mikel Azurmendi, presidente del Foro de la Inmigración, que ha afirmado que "el multiculturalismo es una gangrena de la sociedad democrática". Varios grupos políticos han pedido la dimisión de Azurmendi, aunque la Comisión Permanente del Foro para la Integración Social de los Inmigrantes, redactó un comunicado en el que mostraban su apoyo al presidente. Azurmendi cree que hay numerosos ejemplos en la Historia que demuestran que la convivencia entre una cultura que defiende los valores democráticos y otra u otras que los vulneran es la fuente del racismo y la xenofobia. Las reacciones no han tardado en llegar. La secretaria de Política de Inmigración del PSOE, Consuelo Rumí, ha pedido el "cese fulminante" de Azurmendi y ha extendido esta exigencia a Enrique Fernández Miranda, delegado del Gobierno de Extranjería. Sobre Azurmendi dijo que "no tiene capacidad de diálogo ni voluntad constructiva para tratar la inmigración" y que "se ha dedicado a agitar tensiones, enfrentamientos y polémicas estériles". No es la primera vez que las declaraciones de Azurmendi han levantado tensiones. El presidente del Foro se ratificó en sus opiniones y declaró que "la frase que ha provocado la polémica la expliqué detenidamente en el Senado y la mantengo. Nuestra sociedad es democrática y no habrá junto a nosotros otras sociedades con otras culturas no democráticas". Entre todas las críticas surgieron también varias muestras de apoyo. El defensor del Pueblo, Enrique Múgica, dijo que la multiculturalidad "no es buena y lesiona los valores de la igualdad y los derechos humanos. Lo importante es la integración en una sociedad democrática".