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INMIGRACIÓN

Human Rights Watch agita el debate sobre los derechos de los inmigrantes

Fotografía
Por Covadonga de la CuestaTiempo de lectura1 min
Sociedad21-02-2002

España es uno de los países de la Unión Europea con más inmigrantes irregulares. El número de ilegales llegados en el 2001 a Canarias (4.035 personas) se ha duplicado con relación al año anterior. El trato que reciben estas personas no cumple "la normativa establecida por la legislación española y el derecho internacional", según ha denunciado Human Rights Watch.

Un inmigrante por cada mil habitantes. Éste es el porcentaje que sitúa a España en la cola de Europa en la acogida de inmigrantes, tan sólo por delante de Francia y Finlandia. Los furtivos son víctimas de "condiciones inadmisibles": hacinamiento, incomunicación, falta de información sobre sus derechos, carencia de representantes legales... Esta situación, que repercute especialmente en los llegados a Fuerteventura y a Lanzarote, en las islas Canarias, puede prolongarse durante 40 días, momento tras el cual el ilegal es expulsado del país. La denuncia de HRW se ha efectuado después de varias entrevistas a inmigrantes, abogados, médicos, organizaciones humanitarias e instituciones públicas. Elizabeth Andersen, directora ejecutiva de HRW en Europa y Asia Central, propone una política de integración que busque mejorar el trato en los centros de recepción de inmigrantes, protegiendo sus derechos fundamentales y facilitando información y asesoramiento. La denuncia de HRW reaviva al problema de la inmigración en España. Los debates abiertos con motivo de la convivencia interculturas demuestra que la conciencia española no está aún preparada para asimilar el proceso de integración. Un ejemplo reciente del debate que hay en España respecto a la inmigración ha sido el caso de Fátima Elidrssi, la niña del hiyab o chador. Datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) afirman que los españoles son racistas e intolerantes. En el informe de febrero del 2000, un 54 por ciento de la población consideraba la inmigración como un problema importante, y un 64,7 por ciento estaba de acuerdo con la entrada de extranjeros siempre que tuviesen un contrato de trabajo. El panorama es más alarmante al valorar los datos del Informe de Juventud: un 36 por ciento de los jóvenes considera la inmigración "perjudicial para la raza".