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GUERRA DE MEDIOS

El malestar por la prensa gratuita se extiende al sur de Europa

Por La SemanaTiempo de lectura1 min
Comunicación19-02-2002

El desembarco de la prensa gratuita hace daño a la tradicional, no sólo por provocar una caída en la venta de ejemplares sino por robar un pedazo de la tarta publicitaria. El lanzamiento de Metro París provocó diversos enfrentamientos entre distribuidores y sindicatos que acabaron con dos camiones de periódicos gratuitos esparcidos por los suelos de la plaza de la Nación, en la capital de Francia.

El grupo sueco Metro no llegó a un acuerdo con los sindicatos de periodistas y se precipitó a sacar su nueva cabecera en Francia, Metro París, durante la semana pasada. Debido a que las rotativas de los periódicos tradicionales no lo quisieron acoger para evitar problemas con los sindicatos, el periódico gratuito se imprimió en Luxemburgo, algo que contraviene las normas sindicales y provocó aún mayor malestar en la Confederación General del Trabajo (CGT). La lucha contra la prensa gratuita en Francia ha sido magnificada por el diario español El Mundo, que ve peligrosos competidores en Madrid -con Madrid y m@s y Metro Madrid- como ya los tiene en Barcelona -precisamente esas mismas cabeceras-. Además de magnificar la información, El Mundo ha tratado de desacreditar la calidad de unos periódicos elaborados por una redacción mínima que se limita a despachar teletipos de agencia, dando una apariencia de calidad y profesionalidad similar a la de la prensa tradicional pero reduciendo costes desproporcionadamente. Madrid y Barcelona son las dos únicas ciudades europeas donde conviven dos diarios gratuitos, lo que provoca aún mayor indignación en algunos sectores de la prensa tradicional. Junto a la falta de una regulación que proteja a la prensa tradicional, El Mundo denuncia que la única normativa que estableció en Madrid el Ayuntamiento -prohibición de repartir en un radio determinado alrededor de los accesos al Metro y de los quioscos de prensa- no se cumple.