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COLOMBIA

Las FARC provocan el fin de las negociaciones de paz con el Gobierno

Por David HurtadoTiempo de lectura2 min
Internacional23-02-2002

“Manuel Marulanda, yo le di mi palabra y la cumplí. Usted asaltó mi buena fe y la de todo el pueblo colombiano”. Con estas palabras se dirigió el presidente de Colombia, Andrés Pastrana, al jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el discurso a la Nación con el que notificaba el fin de las negociaciones.

Las FARC propiciaron, el pasado miércoles, el fin del proceso de paz en Colombia y la vuelta a las hostilidades con el Gobierno. Las múltiples acciones de la guerrilla contra las infraestructuras del país y, finalmente, el secuestro de José Eduardo Gechen Turbay, senador de la oposición liberal y presidente de la comisión de paz del Senado, fueron las causas del fin de la paz. “Hoy se rebosó la copa de la indignación”, manifestó un presidente colombiano cansado ante tanta adversidad, tras tres años, cuatro meses y seis días de proceso de paz. El senador fue retenido al hacerse cuatro secuestradores con el control del avión comercial en el que viajaba. A continuación, hicieron aterrizar el aparato en una carretera cercana a la localidad de Hobo y los raptores se llevaron al senador en un todoterreno y dejaron en libertad al resto de pasajeros y a la tripulación del avión. Tras una noche de reuniones, Andrés Pastrana decidió acabar con el proceso de paz y lo anunció a toda la población en un discurso por radio y televisión. Después de esta manifestación, Pastrana retiró el carácter político a las FARC y la Fuerza Aérea comenzó la Operación Tánatos, centrada en el bombardeo de la antigua zona de distensión para dejar el camino despejado al avance de unos 13.000 soldados, con el objetivo de recuperar los 42.000 kilómetros cuadrados de selvas y montañas que sirvieron de escenario para el intento de la paz. Como consecuencia de los primeros bombardeos y la actuación del Batallón de Cazadores, el Ejército colombiano consiguió el pasado viernes recuperar la base de las FARC en la que, hasta el jueves, era la zona neutral. Además, se pueden empezar a contar los muertos y heridos por ambas partes con los primeros enfrentamientos sobre el terreno. La tensión y el miedo han comenzado a aparecer en las poblaciones de los alrededores de la zona de distensión ante posibles represalias y errores en los bombardeos. “Las operaciones de combate se conducen tratando de no lesionar a la población civil, pero no se puede garantizar en forma absoluta que no haya daño colateral”, manifestó el general Fernando Tapias, comandante de las Fuerzas Armadas. Todas las fuerzas políticas colombianas han apoyado la decisión de Pastrana, consideran unánimemente que no había otra salida, y se han comprometido a mantener la unidad para lograr vencer a lo que el Gobierno ha vuelto a calificar de “terrorismo”. Las FARC han manifestado una visión opuesta en un comunicado divulgado en su página web, en el que acusan a la oligarquía y al Gobierno de romper “de manera olímpica” el proceso de paz.