IGLESIA VASCA

Rechazo vasco hacia Munilla como nuevo obispo de San Sebastián

Por Rocío López1 min

Sociedad16-12-2009

El clero guipuzcoano no cree que sea correcto el nombramiento de José Ignacio Munilla, hasta ahora obispo de Palencia, como sucesor del obispo de la diócesis de San Sebastián, Juan María Uriarte.

Éste último había propuesto como sucesor al obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi, al que consideraba más apto para seguir la línea pastoral que lleva la Iglesia vasca. Rechazan a Munilla por considerarle contrario al nacionalismo y alineado con las líneas más conservadoras de Rouco Varela, lo que consideran un intento de cambio en el rumbo de la diócesis. El comunicado, que se hizo público ayer, expresa el “dolor y profunda inquietud” de los clérigos vascos ante la imposición del Vaticano. "Manifestamos nuestra disconformidad y desaprobación con la intencionalidad y el procedimiento seguidos” declararon en el texto 131 sacerdotes vascos. “Lamentamos y deploramos que en una cuestión tan trascendental como esta no se haya tenido en cuenta ni respetado el sentir de nuestra Iglesia" han señalado en su comunicado, el cual está cargado de duras palabras. La presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, ha calificado de “auténticas barbaridades” lo expuesto en la repulsa a Munilla como obispo. Dice que los párrocos de Guipúzcoa están únicamente haciendo política favorable al Partido Nacionalista Vasco (PNV) lo que está lejos de su verdadera vocación. Estas acusaciones están fundadas en las declaraciones del PNV de que Munilla intentará “despersonalizar” la Iglesia vasca. Munilla nació en la capital guipuzcoana pero se formó en el seminario de Toledo. Fue en 1986 cuando fue ordenado sacerdote por José María Setién, obispo entonces de San Sebastián y en 2006 fue nombrado obispo de Palencia a sus 44 años de edad, convirtiéndose en el obispo más joven de España. A pesar de este rechazo recibido y el que hicieron a finales de noviembre cerca de 200 miembros de la diócesis de San Sebastián, Munilla no ha querido entrar en controversia y sólo se ha presentado como enviado “por Nuestra Madre Iglesia” agradeciendo la confianza depositada en él.