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SÍMBOLOS RELIGIOSOS

Una larga lista de desencuentros desde 2004

Por Rocío Linares RamosTiempo de lectura2 min
Sociedad05-12-2009

Política y religión se han visto las caras frente a frente en numerosas ocasiones. Algunas reuniones amistosas, otras más discrepantes. Las relaciones gobierno-iglesia se han visto salpicadas de discusiones desde hace mucho tiempo pero hace cinco años que sus conversaciones son más fluidas y chispeantes. La sociedad, dividida, pone el acento donde más le conviene cuando más le interesa.

A las dos semanas de la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, el PSOE adoptó la primera medida que irritó a los católicos: retirar la asignatura de religión de los programas escolares y reemplazarla por “Educación para la ciudadanía”. Esta materia llegaba a las aulas con una lucha de opiniones a la espalda. Para unos, entre ellos Juan Pablo II, “su contenido difundía el laicismo” y era pobre en valores, y para otros formaría una moral que atendía al principio de aconfesionalidad del Estado español. Los divorcios exprés levantaron con la misma rapidez que su trámite el pronunciamiento del clero. El sacramento del matrimonio reducido a un trámite, ahora mucho más fácil. Aunque el matrimonio repetiría en cartelera en la discusión sobre la denominación del enlace entre parejas homosexuales. Acusaciones de homofobia para los oponentes que manifestaban su fidelidad a la tradición y a sus principios. El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, se entrevistó con el presidente en clave de buenas esperanzas enfocadas a sus diálogos. Pero en el año 2006 desapareció la cordialidad. De nuevo la educación y ahora también la ciencia: la investigación genética con células madre y la clonación tanto reproductiva como terapéutica. No obstante, en ese mismo año, ambas instituciones firmaron un acuerdo sobre el modelo de financiación eclesiástico. Un paso para adelante, dos para atrás. La reforma de la Ley del Aborto es sin duda el pronunciamiento más (…) y el último, por el momento. Ha llegado al punto de mover a algunas de las personalidades representantes de la Iglesia, como Obispos y Sacerdotes, a manifestarse activamente y en la calle con un segmento de la población. Las polémicas continúan sobre las mesas, incluso cuando este proyecto ha pasado su primera barrera. La movilización social también ejerce una gran presión y la Iglesia, por su parte expresa bajo su interpretación, su juicio de pecado el acto de abortar. Así como también serán excomulgados todos los políticos que apoyen esta ley. Las últimas declaraciones han abierto un debate paralelo en el congreso que afecta a numerosas personas divididas entre el ideal de su partido y sus propias convicciones. Con este y otros temas como la revisión al plano económico, continúan las comunicaciones entre presidente y obispos, sacerdotes y medios, población y políticos, rumores y verdades. Cuando no se acierta en dar “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César” salen a otras esferas las numerosas controversias.